Como vivo en un
pueblo bicicletero obviamente tengo una bicicleta. La primera que tuve me la
cambió un taiwanés por unas clases de español. Él se la había encontrado
recargada en un árbol. Yo la dejé recargada en la puerta de mi casa y la
bicicleta fue libre nuevamente. Me duró como 6 meses.
Mi siguiente
bicicleta la heredé de unos italianos. Romina la había comprado usada y cuando
se fue se la dejó a Salvo y cuando Salvo se fue dijo que como tanto Danilo como
yo la queríamos quien la desenterrara primero de la nieve podía quedársela. La
verdad fue con un poco de trampa porque a mí me dijo dónde estaba.
Así estuve con mi
bicicleta italiana hasta que este año me di cuenta que necesitaba una llanta
nueva. Fui a la llantería de bicicletas y me dijeron que NO me iban a vender la
llanta porque la parte que aquí llamaré “los tubos” estaban dañados porque
aparentemente no debes andar bajando las escaleras con la bici ni tampoco debes
andarte azotando contra las rejas por andar brincando.
También necesitaba cambiar el bloque de frenos
y el eje del manubrio, por una vez que me fui de frente por andar persiguiendo pavos.
El caso es que acá en gringolandia,
o al menos en este pueblo bicicletero, no te venden una pieza si
toda tu bici no está en perfectas condiciones porque luego creen que los vas a
demandar.
Osea, si ellos me
venden la llanta y yo aplico los frenos y no funcionan y me atropella el tren,
los puedo demandar. ¿Qué tal con los gringos?
Total, todas las
reparaciones costaban como $400 dólares. Así que me dije, edigator, como no pudiste ir a México este año, agarra lo que hubieras gastado en los boletos y cómprate
una bici.
Entonces fui a la
tienda a ver bicis. Las bicis son caras, resulta. Tan caras que si te vas a
comprar una bici, mejor cómprate una bici eléctrica.
O edigator, ¿qué
cosa es una bici eléctrica? Pues una bici eléctrica es una bici para huevones,
osea una bici ideal para mí. Esto es que tiene un motorcito en la llanta de
atrás que te “ayuda” a pedalear en las subidas, también tiene un aceleradorcito
que sirve como potencia total y básicamente la usas como motocicleta. Pero
puedes pedalear y usarla sin el motor, la batería la cargas con un cargador
como si fuera celular.
Les presento a
Lizarda:
Qué alegría
rebasar a los ciclistas profesionales en las subidas, con sus licras, y sus
cascos ergonómicos, y yo sin pedalear y fumando.
Bueno, la verdad
es que tanto el gringo marido, como mi amigo Marcos Neroy y yo salimos con bici
eléctrica, así que nos hicieron un descuentote.
Mi gringo marido
se fue feliz a trabajar, amarró su bicicleta afuera de la chamba y acto seguido
se la robaron.
Así que unos
consejos para los aficionados a la bicicleta:
- Con suficiente
tiempo, todos los candados pueden romperse.
- Por tanto, las
cadenas no sirven, compren un candado U. Ahí al menos tienen unos 25 minutos antes de
que lo rompan. O usen una combinación de los dos. Pero entre un U y una cadena,
U.
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Candado U |
- Aseguren los tubos,
la llanta trasera y la delantera.
- No estacionen su
bici en el mismo lugar siempre.
- Procuren que su
bici quede estacionada en un lugar con mucha gente y mucha luz.
- Asegúrense de que
donde amarren la bici esté anclado al suelo.
- Obviamente asegúrense de que no puedan levantar la bici y llevársela así.
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Por ejemplo, así no |
- Tengan el número
de serie y el recibo de compra en un lugar seguro, si existe la posibilidad,
registren la bicicleta. Por suerte el seguro de la casa cubría esto (menos el
deducible) y esto nos permitió conseguir una nueva.
- Pero la verdad,
lo mejor para que no te roben la bici es amarrarla siempre y tener una bici usada, raspada, fea y
con daños en los tubos.
Otras cosillas:
- Los carros no te
ven, o si te ven tienen la creencia de que una bicicleta no tiene derecho de utilizar
la calle. Si no vives en pueblo bicicletero, aguas.
- Respeta las señales de tránsito e indica
cuando vas a dar vuelta. Hazte visible.
- Ve en el mismo sentido
del tráfico, pero acuérdate que eres más lento que un carro. Aguas.
- Respeta a los
peatones.
- Cuando pases un
carro estacionado asegúrate de que lo libres al menos por un metro, si abren de
pronto la puerta te vas a estampar.
- Si crees que tras
unas copas puedes mantener el equilibrio en la bicicleta lo vas a pasar mal.
- Los pavos
salvajes se creen Indiana Jones, si los persiguen correrán frente a su bici
gritando y aventando plumas.
- Los gansos no son
pavos salvajes, cuidado con los gansos. Ellos tienen el poder de transformarte
a ti en Indiana Jones.
Y ya, por eso no he escrito. He pasado un verano genial, bicicleteando por la ciudad.