Ya fuimos a ver la película de Apocalypto (al cine, a pesar de la consigna de compra pirata y no beneficies a Hollywood) y a pesar de la mala crítica que ha recibido, a mí no me pareció tan peor. Dije tan.
Explico: para empezar, yo no llegué pensando que los mayas de la antigüedad fueron un pueblo idílico, sólo dedicado a la observación de los planetas y eclipses, a meditar sobre la profundidad del cero mientras sus pacíficos niños jugaban a la ronda. La historia nos ha mostrado que ni los aztecas ni los gachupines los pudieron conquistar (al menos no sin que antes la viruela matara a más de la mitad de la población); que se comieron a los primeros visitantes europeos (salvo a Gonzalo Guerrero y al otro malinchista); que algunos cenotes y tumbas tienen cuerpos humanos de sacrificio, incluyendo niños, los favoritos de Chaac; que tenían esclavos (como Gonzalo Guerrero); y que por lógica, si desapareció todo su conocimiento científico con la llegada de los españoles, éste era reservado para una muy muy pequeña élite. Porque mayas, mayas, todavía hay.
Entonces, debemos admitir… los aciertos de la película:
La ciudad (queremos más)
Las pirámides de colores (así eran, ¡rojas! ¡no grises!)
La manera en la que pintan las pirámides (con las manos, los esclavos)
El tocado del halach huinic, osea, el rey (¡jade jade!)
Los tatuajes, dientes y decoraciones corporales (madonna se queda corta)
Los peinados (bien basados en sus códices)
La mirada de complicidad del rey con el sacerdote al anunciar que el eclipse es el dios respondiendo (demuestran su conocimiento preciso de la astronomía)
El poder ver todo eso que nos hemos imaginado
¡¡¡¡El hablar todo el tiempo en maya!!!! Y despacito, porque parece que ninguno de los actores era originalmente mayero.
Los desaciertos:
Menores:
· Perro peludo (nomás había xoloscuintle, aunque se puede argumentar que era un sueño… ¿o un coyote?)
· Toda la ciudad se construye a la vez (lo hacían en etapas)
· Cualquiera puede comprar esclavos en la plaza (no son iguanas)
· Correr día y noche sin descanso por la selva (pos si no son tarahumaras)
· Correr en la selva sin caerse en un cenote, chocar con lianas, pisar víboras, alacranes, tocar hiedra, atorarse, clavarse espinas, cortarse con ramas (ok, concedo que si te van a matar, igual y corres)
· Que la víbora brinque y mastique el cuello de un perseguidor (no es vampiro)
· Que el humano perseguido siga corriendo por días y días a pesar de aventarse un round con 17 mayas malos, ser ahorcado dos veces, ser medio sacrificado, traer atravezada una lanza, veneno de rana, una flecha, brincar 30 metros de una cascada, un golpe en la cabeza el cual requiere suturas, sin comer, dormir, tomar agua, ni hacer pipí
· Que el jaguar no alcance al humano en cuestión en menos de 2 segundos
Mayores:
Las mega super extra exageraciones como…
· Que están en una pirámide de Chaac, con sacerdotes y máscaras de Chaac, pidiendo lluvia a Chaac, y gritan, “¡Oh, Kukulkán!”
· El Holocausto maya, montañas y montañas de cuerpos tirados (deja tú la peste que habría con ese calor, ¿de dónde sacaron tanta gente? ¡Si les toma tres días agarrar a 15!)
· De las 3 horas de película, son 2 horas de persecución
· La llegada de toda la flota española a… ¡la costa! ¿Pues en qué época están? Porque ni es Colón (llega probablemente a Santo Domingo), ni Guerrero (se embarra en el arrecife), ni Cortés (llega a Veracruz, no hay mayas). Osea, igual y ya es como la décima avanzada y quien viene es el Montejo, pero y… ¿el eclipse?
· Que el jaguar no alcance al humano en menos de 2 segundos
Pero, finalmente, es Hollywood. Nos hubiera gustado ver más de la civilización maya, de sus ciudades y más cuestiones históricas. Pero no, es cine, un relato gringo (o australiano, es lo mismo) sin trascendencia que, para no variar, se enfoca en lo peorcito de México y no toca nada positivo de nuestra cultura. A ver si el Guillermo del Toro se pone a filmar a su tierra en vez del dale que dale con la guerra civil española, digo… para sacarnos la espinita.
Explico: para empezar, yo no llegué pensando que los mayas de la antigüedad fueron un pueblo idílico, sólo dedicado a la observación de los planetas y eclipses, a meditar sobre la profundidad del cero mientras sus pacíficos niños jugaban a la ronda. La historia nos ha mostrado que ni los aztecas ni los gachupines los pudieron conquistar (al menos no sin que antes la viruela matara a más de la mitad de la población); que se comieron a los primeros visitantes europeos (salvo a Gonzalo Guerrero y al otro malinchista); que algunos cenotes y tumbas tienen cuerpos humanos de sacrificio, incluyendo niños, los favoritos de Chaac; que tenían esclavos (como Gonzalo Guerrero); y que por lógica, si desapareció todo su conocimiento científico con la llegada de los españoles, éste era reservado para una muy muy pequeña élite. Porque mayas, mayas, todavía hay.
Entonces, debemos admitir… los aciertos de la película:
La ciudad (queremos más)
Las pirámides de colores (así eran, ¡rojas! ¡no grises!)
La manera en la que pintan las pirámides (con las manos, los esclavos)
El tocado del halach huinic, osea, el rey (¡jade jade!)
Los tatuajes, dientes y decoraciones corporales (madonna se queda corta)
Los peinados (bien basados en sus códices)
La mirada de complicidad del rey con el sacerdote al anunciar que el eclipse es el dios respondiendo (demuestran su conocimiento preciso de la astronomía)
El poder ver todo eso que nos hemos imaginado
¡¡¡¡El hablar todo el tiempo en maya!!!! Y despacito, porque parece que ninguno de los actores era originalmente mayero.
Los desaciertos:
Menores:
· Perro peludo (nomás había xoloscuintle, aunque se puede argumentar que era un sueño… ¿o un coyote?)
· Toda la ciudad se construye a la vez (lo hacían en etapas)
· Cualquiera puede comprar esclavos en la plaza (no son iguanas)
· Correr día y noche sin descanso por la selva (pos si no son tarahumaras)
· Correr en la selva sin caerse en un cenote, chocar con lianas, pisar víboras, alacranes, tocar hiedra, atorarse, clavarse espinas, cortarse con ramas (ok, concedo que si te van a matar, igual y corres)
· Que la víbora brinque y mastique el cuello de un perseguidor (no es vampiro)
· Que el humano perseguido siga corriendo por días y días a pesar de aventarse un round con 17 mayas malos, ser ahorcado dos veces, ser medio sacrificado, traer atravezada una lanza, veneno de rana, una flecha, brincar 30 metros de una cascada, un golpe en la cabeza el cual requiere suturas, sin comer, dormir, tomar agua, ni hacer pipí
· Que el jaguar no alcance al humano en cuestión en menos de 2 segundos
Mayores:
Las mega super extra exageraciones como…
· Que están en una pirámide de Chaac, con sacerdotes y máscaras de Chaac, pidiendo lluvia a Chaac, y gritan, “¡Oh, Kukulkán!”
· El Holocausto maya, montañas y montañas de cuerpos tirados (deja tú la peste que habría con ese calor, ¿de dónde sacaron tanta gente? ¡Si les toma tres días agarrar a 15!)
· De las 3 horas de película, son 2 horas de persecución
· La llegada de toda la flota española a… ¡la costa! ¿Pues en qué época están? Porque ni es Colón (llega probablemente a Santo Domingo), ni Guerrero (se embarra en el arrecife), ni Cortés (llega a Veracruz, no hay mayas). Osea, igual y ya es como la décima avanzada y quien viene es el Montejo, pero y… ¿el eclipse?
· Que el jaguar no alcance al humano en menos de 2 segundos
Pero, finalmente, es Hollywood. Nos hubiera gustado ver más de la civilización maya, de sus ciudades y más cuestiones históricas. Pero no, es cine, un relato gringo (o australiano, es lo mismo) sin trascendencia que, para no variar, se enfoca en lo peorcito de México y no toca nada positivo de nuestra cultura. A ver si el Guillermo del Toro se pone a filmar a su tierra en vez del dale que dale con la guerra civil española, digo… para sacarnos la espinita.