ya estoy reciclando historias

La de los testigos de jeová ya se las había platicado, ¿significa que estoy ciclada?
Entonces, ante la absoluta ignorancia del mundo decidí consultar las cartas.
Flashback, edith camina por coyoacán, hace unos 6 años, ¿o serán ya 8? El caso es que está un tipo semi calvo, de esos que se dejan el pelo largo de atrás y se lo pasan de lado por la cabeza, con una botellita de espray de agua, y chizt se echa agua en el pelo, saca un peine negro, con casi todos los dientes, se da un revire rápido en la cabeza y luego se echa un chizt en la boca y grita, “le leo la suerte, le digo la verdad, no le saque”. Chizt en la cabeza, revire, chizt en la boca, “le digo si le ponen los cuernos, le digo si son sus hijos, no le saque”. Ante semejante campaña de mercadotecnia no pude evitar acercarme, de la nada sale una mano me pezca el brazo y me dice “vas a tener gemelos” y luego voltea a ver al fernando (estaba con el fernando en ese entonces) y me dice (vista clavada en el fernando) “y no van a ser de él”. Como no estaba embarazada ni nunca lo he estado y nunca en mi familia ha habido historia de gemelos, pues me dio risa. Ahora, si un genetista está en coyoacán, te arranca un pelo y grita “le digo la verdad” y luego sale, mira vas a tener depresiones muy fuertes, problemas del corazón, cuídate que te puede dar diabetes, deja de fumar que si sigues te va a dar cáncer en los pulmones, pues cómo que le creo más. ¿por qué? Le preguntaría a los alumnos de TOK. ¿se puede predecir el futuro y sólo aceptamos a la ciencia como predictoria, a pesar que sólo tiene la forma de tal los últimos 100 años y antes la gente se guiaba por cartas, y yerbitas y las estrellas y las entrañas de los animales? ¿por qué creemos que ahora sabemos más que antes y que los de antes estaban MAL?
Los aztecas eran muy dados a las artes adivinatorias, si un sacerdote predecía mal, lo mataban y se comían su corazón sangrante en una barbacoa comunal. Tenía que ser una ciencia exacta, ¿no?
Total, saco mis cartas, saco Mi primer libro del Tarot, Método práctico del arte adivinatoria, y me echo la suerte. Meses malos junio y julio (la torre de cabeza, el arcano sin nombre) y luego cosas bonitas, incluso el sol (matrimonio en marzo, ja! Eso o gemelos, gulp). Pero bueno, después de que te sale el arcano sin nombre (es la muerte, vaya), pues como que si te sale una rueda torturando animalitos pues la tirada no está tan mal después de todo.
Cuando leía cartas astrales sé (sabía) que plutón nos da el día de la muerte y la causa, adrede los libros no trabajan esa parte, no es bueno echar la suerte y decirle a la gente, te vas a morir electrocutado con un foco en Israel cuando te hayan dado el puesto de Embajador de México. No, pos les jodes la vida. A diferencia de los científicos que te dicen todo de la manera más fría posible (sí tiene un tumor que puede ser maligno, hay que extirparlo, y seguir con quimioterapia, con un 5% de probabilidad de que reincida y se muera, ¿ya hizo su testamento?), el adivino no dice todo, menos si es algo que el adivino cree inevitable, siempre está el punto, ¿y si me equivoco?. quizás por eso me gustan las cartas, todo tiene libre albedrío, estás en medio del camino de tu vida y si te vas por acá esto y por acá esto otro, como un psicólogo. ¿son los psicólogos adivinos? Mira, si sigues golpeando a tu mujer te va a dejar y te vas a divorciar y a lo mejor hasta te meten a la cárcel.
El caso es que la mayoría de las profesiones tratan la cuestión más terrible de la humanidad, tratan de dar respuesta al ¿y ahora qué? ¿pa dónde le doy? ¿voy bien o me regreso?
Entre el cómo le hago y para qué estoy aquí hay una amplia gama de carreras de estudio. Y en el camino se inventan fórmulas y cosas para llegar a la verdadera pregunta, para buscar la verdadera respuesta. Y mientras tenemos los ignobels (ignoble.com) y los darwins (darwinawards.com) y hollywood.
Me acuerdo de la ana cecilia, una chilena disfrutando por primera vez un verano en monterrey. Pegada a la ventana, con las mechas escurriendo por su cara, jadeando, tratando de darle un último trago a una coca cola ya caliente, voltea y me dice, “sí edith, la vida es pinche, y luego te mueres.”