Stanley Kubrick,
director medio loco, altamente perfeccionista, dirigió un montón de películas.
Entre ellas The Shining, o El resplandor . Basada en la novela de Stephen King.
Si no la han
visto, paren ahora y vayan a verla. Que además de spoilers y contarles el
final, perderé todo atisbo de respeto al lector o lectora que no haya visto El
resplandor, no manchen.
Entonces, la
película describe cómo lentamente Jack va perdiendo la noción de la realidad
por estar aislado tanto tiempo. Según está escribiendo una novela, pero con
horror descubrimos que realmente sólo ha escrito una frase una y otra vez por
cientos de páginas.
Kubrick decidió mostrar las hojas de “All work and no play makes Jack a dull boy” que probaban o certificaban que Jack finalmente había perdido la cordura.
En la novela de Stephen King, el manuscrito era de unas cien páginas. Porque King es un escritor y sabe que con 100 páginas de “All work and no play makes Jack a dull boy” uno termina por volverse loco. Es más, sólo ahorita que yo estoy escribiendo “All work and no play makes Jack a dull boy” para el blog, siento un poquito de ganas de salir corriendo por la llave de la bodega del garaje, donde guardamos el hacha. Sin embargo, Kubrick prefirió que el manuscrito fuera de cientos de páginas, medio millar al menos. Y también decidió que no sería simulación, sino que las más de 500 páginas del manuscrito deberían decir todas y cada una de ellas “All work and no play makes Jack a dull boy”.
Aunque hizo a sus actores repetir sus escenas cientos de veces, ocasionando que a la pobre actriz se le cayera el cabello, no puso a Jack Nicholson a escribir el manuscrito. Sino que consiguió a su secretaria Margaret Warrington o Margaret Adams (las fuentes difieren en
su nombre), mecanografiara la frase “All work and no play makes Jack a dull boy”,
para llenar al menos 500 páginas de eso.
Pasó horas y
horas escribiendo una y otra vez “All work and no play makes Jack a dull boy”, “All work and no play makes Jack a dull boy”, “All work and no play makes Jack a dull boy". Esto antes de la llegada del copy-paste.
Y lo que es más. Kubrick
le pidió que hiciera lo mismo para tener el mismo número de hojas en español,
en francés, en alemán e italiano.
Miles de “Tiens” vaut mieux que deux “Tu l’auras.”; “Was
du heute kannst besorgen, das verschiebe nicht auf morgen.”; “Il mattino ha
l’oro in bocca.”; “No por mucho madrugar amanece más temprano.”
Estamos hablando de escribir la frase, sin sentido realmente, por más de 2,000 páginas. Con cientos de frases por cada hoja. “All work and no play makes Jack a dull boy”.
A veces, me acuerdo de la secretaria de Kubrick.
Me pregunto qué pensaría mientras
escribía todas esas líneas. ¿Cómo puede estar la mente de alguien que escribe una y otra vez “All work and no play makes Jack a dull boy”?
Además, ¿por qué siguió trabajando con Kubrick después de
la filmación de esta película? ¿Sería síndrome de Estocolmo?
¿Tendría amistades Margaret? ¿Será que cuando se siente sola se pone a escribir en una libreta “All work and no play makes Jack a dull boy”? Quizás cuando ella muera entrarán a su casa y encontrarán un baúl lleno de manuscritos con la frase escrita “All work and no play makes Jack a dull boy”. O quizás sus últimas palabras sean precisamente esas, porque tiene en su mente el screensaver de “All work and no play makes Jack a dull boy”.
La película de El resplandor es genial, pero realmente me da horror pensar en Margaret, que anda por ahí, caminando entre la gente.
Ésas son las cosas que pienso durante el invierno.
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