24.4.10

Las nuevas noticias

Hace ya varias lunas que mi, en ese entonces, no-marido y yo estábamos dormidos (cohabitábamos de manera pecaminosa, omaigod, y de tantas formas, O MAI GOD) cuando mi gato con maullidos estertóreos llegó corriendo y brincó a la cama, depositó algo con un plop húmedo y yo prendí la luz. Era un ratón. Un ratón gris y gringo. Un ratón mojado. Un ratón vivo. Bien vivo. El ratón me brincó a mí, yo brinqué a mi vez tirando lámpara y cobijas y grité, ( como se debe hacer de la manera más Buffy y valiente posible,) “¡un ratón!”. Mi entonces no-marido roncó más fuerte. Yo tomé zapato y libro Malleus Maleficarum y perseguí ratón y gato hacia un clóset y no lo volví a ver.

Pero mi roomate MG sí lo vio, después, escondido tras los rincones, asustado de que alguien lo viera. Y entre ella, mi gato y su novio lo cazaron, y lo liberaron en el capitolio para que se uniera a las propuestas de reformas migratorias. El ratón, como buen migrante discriminado, regresó, lastimado y gateando, hasta la puerta de mi dulce y costeño hogar. 

Donde expiró. 

Me lo imagino alzando la patita “vieja, vieeeejaaaaa, adiós viejaaa, trae a los niños, me tengo que despedir, cof cof, viejaaaa, viejaaaa ¿no me oyes? viejaaaaaa. Pobrecito. 

Bueno, no, la verdad yo me imagino que expiró en el camino pero se hizo zombie y grrr arghhh se arrastró hasta la puerta con la intención de comerse nuestros cerebros, pero quedó congelado en el frío wisconsiniano donde las vacas en vez de dar leche dan helados.

Y ya, el gato, como todo buen gato, siguió gruñéndole a las paredes y escondites por un rato, atacaba goblins imaginarios en las tuberías, provocaba ruidos en la noche. Pero no volvió a traerme un ratón. Posiblemente por mi ineficacia para cazarlos y desmembrarlos.

El caso es que hoy, mi roomate MG entró a la casa y vio a mi gato en postura extraña. Como cubriéndose la boquita (gato decente) mientras en sus fauces crujía algo con consistencia a chicharrones, algo gricesito, con cola en movimiento, ¡con patas! Dejando mientras tanto una misteriosa mancha rojiza en el piso (mancha que yo pensaba que alguien dejaba al poner las copas de vino en el suelo).

Así que, conclusión: mi gato se ha estado comiendo los ratones de mi casa. Completos. Con todo y cola. Además, deja rastros de vino tinto en la alfombra. Ugh, ahora sé por qué le apesta la boca a carne molida y no a cat chow.

¿Le pueden hacer daño?

20.4.10

Me caso mañana

11.4.10

Fábulas de México I

The rule is perfect: in all matters of opinion our adversaries are insane. 

Había una vez una princesa perfecta que vivía en un mundo perfecto.

En un día perfecto se levantaba perfectamente al escuchar la melódica voz de su criada, se vestía con un primoroso vestido de los más lindos e intricados perfectos bordados. Bajaba a desayunar un desayuno de huevos perfectos, de gallinas gordas y perfectas, con tocino de soya y jugo de naranja recién exprimido por los cocineros, venidos de las más perfectas escuelas; mientras escuchaba el canto (perfecto) de los gorrioncillos a través de su ventana.

Pero un día su costurera, quien no vivía en este mundo perfecto, no pudo comprar el hilo para el bordado y comida para mantenerse viva mientras elaboraba el siguiente vestido perfecto. Así que la costurera se quejó. La princesa pronto solucionó esto y metió a la cárcel a la costurera. Así, su mundo perfecto volvió. Consiguió a otra costurera, de una comunidad indígena, que comiera menos.

La historia es predecible… (lo sé). De vez en vez, su mundo perfecto era asaltado por quejas de las gallinas esclavizadas, de la criada malpagada, de los productores de soya, de los cocineros hambrientos, hasta los gorrioncillos se quejaron. Prontamente eran metidos a la cárcel.

Cuando tenía a 2 millones de sus súbditos en las cárceles del reino y 10 millones en parole (disculpen, no conozco las cifras para México, éstas son de EEUU), la princesa empezó a temer. Y tenía bien en temer. Su mundo… ¡ya no era perfecto! Había sido perfecto, pero su mundo estaba siendo violado y mutilado por los criminales terroristas que iban en contra de la perfección.

Contrató guardaespaldas, policías y militares, pero pronto ellos también se quejaron. Empezaron a matarse en las calles por tratar de meter a los criminales terroristas narcotraficantes en las cárceles, porque ellos también querían ese mundo perfecto.

Y la pobre princesa lloraba y no entendía, hacía marchas vestida de bellos conjuntos blanco y negro, y hacía grupos de facebook en contra de la violencia. Y lloraba más. Y se quejaba. Pobrecita princesita.



5.4.10

Santo papa, the holy potatoe

En 1992, Sinead O´Connor dijo que se estaba abusando de niños y que el Papa de aquel entonces estaba encubriendo a los padres pedófilos.
(sáltense hasta el minuto 3)

Sinead O'connor - War
Uploaded by popefucker. - Explore more music videos.



Ahora hay pruebas de que esto fue cierto; Ratzinger, el Papa de ahora, también encubría a estos sacerdotes.


¿Qué hacer? ¿Qué haría una persona buena? ¿Qué haría el líder de una organización de paz y amor y muchas cositas buenas?
¿Renunciar?
¿Sufrir un proceso penal junto con el resto de los pedófilos?
¿Suicidarse?
¿Ordenar una revisión de todos los sacerdotes para que esto jamás vuelva a suceder mientras restituye el daño con las arcas del Vaticano?


Tantas opciones.

Sin embargo, la que escogieron como estrategia para limpiar el santísimo nombre de la iglesia, el papa, los sacerdotes y el clero fue decir que el Papa es "víctima de la difamación y de la calumnia". A pesar de que ya se admitió que Mr. Ratzinger fue un encubridor y que a los sacerdotes les gustaban los niños... mucho.




En la misa de Pascua, también, decidieron apoyar el discurso que afirmaba que los ataques contra el Pontífice son como el antisemitismo y luego desasociarse de quien lo dijo (aka la famosa táctica de tira la piedra y esconde la mano, usada desde los tiempos de David y Goliat el patón).


Además, no olvidemos que este es un Papa que afirmó que Pio XII hizo bien en callar sobre el holocausto porque así podía salvar a más judíos los estaban matando (Eso tiene mucho sentido, porque todos sabemos que lo mejor que puedes hacer frente al genocidio es lo que hizo el Papa Pio XII ¡nada!). 


Así, este Papa sabe que Dios no le va a mandar un meteoro y aplastarlo, no porque no sea malo, terrible, abominable, asqueroso y se parezca al Emperador Palpatine. Sino porque la Iglesia Católica es una institución económica con las mismas justificaciones religiosas que Walmart, centradas en hacer dinero, en la explotación de los nativos y en terribles uniformes.


Yo sólo espero que la Interpol haga lo que generalmente hace con los pederastas internacionales: lo agarren, lo juzguen, lo metan a la cárcel y sea violado por una serie de monjas portadoras de sañosos falos.
 
Creative Commons License
This obra by Edigator is licensed under a Creative Commons Atribución-No Derivadas 2.5 México License. Creative Commons License
This work by Edigator is licensed under a Creative Commons Atribución-No Derivadas 3.0 Estados Unidos License.