De reliquias y santos artefactos

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Es bien sabido que al octavo día de nacido, el cristo fue circuncidado por una rabina amiga de María. Su santo prepucio fue guardado en aceite de nardos y algún evangelio apócrifo afirma que el aceite que fue usado por María Magdalena para ungirlo era precisamente ése.

Otras fuentes sitúan el prepucio en una pequeña capilla en Colombia. Parece en la expedición de Diego de Nicuesa, había un marinero de irónico nombre Diego de Vergara quien era el tatarabisnieto o algo así de la rabina quien siempre estuvo en posesión del santo prepucio. Se sabe poco de esta expedición y la autenticidad de la reliquia, así que es incluso más dudosa esta propuesta que la primera.

Pero mucho menos se sabe de los santos pañales y la santa mierda de Jesús. La única referencia encontrada aparece en un evangelio árabe, el cual fue posiblemente escrito en el siglo VI, e indica que el primer pañal fue entregado a los reyes magos, quienes intentaron quemarlo porque apestaba demasiado pero el éste se mantuvo incorrupto. Fue tras esa prueba que los reyes magos pudieron reconocer la divinidad del cristo, pues todo lo que el bebé llenaba de fluidos corporales inmediatamente se tornaba inmaculado e indestructible (el agua en donde lo bañaban era terriblemente codiciada por los leprosos del lugar).

Pero este mencionado superpoderoso pañal fue enviado a un pequeño pueblo árabe (el nombre se ha perdido) con una familia que se dice poseía tres bellísimos hijos de ojos como lunas y dos muchachas tan hermosas que quien los que veían a todos juntos no podían más que echarse a llorar. Junto a la casa de esta familia había verdes prados regados por las fuentes creadas con las lágrimas de la población. Por lo tanto, el pueblo era increíblemente fértil y la familia inmensamente rica. Sin embargo, durante la primera cruzada éste pueblo formó parte del trayecto para recuperar las santas reliquias y fue arrasado y salado.

Es curioso que los cruzados obtuvieron un pañal que (según los obscuros manuscritos de la época) afirman que olía a rosas, lo cual para ellos lo hacía signo inequívoco de la santidad de la mierda. Pero en verdad, el santo pañal que hasta la fecha es guardado en una pequeña bodega en el Vaticano, no es más que el pañal de la menor de las hijas de dicha familia.

Un amigo jesuita consiguió tomarle una foto:

Porque era conocido que la mierda de cristo apestaba a diablos, pues era, efectivamente, el hijo del hombre. Tan es así que en ese mismo evangelio se documentan al menos cuatro casos de posesas quienes tras ponerse el pañal cerca de la nariz, inmediatamente, y en medio de terribles alaridos, exorcizaban a sus demonios.

Existe también una pequeña capilla remodelada por los cátaros en el siglo XI donde se afirma ser el lugar de veneración del santo mojón de cristo. Una de las versiones dice que aparentemente pudieron hallar el lugar donde cristo cagaba durante su infancia en Judea. Sin embargo, jamás se ha comprobado la veracidad de dicha reliquia. Pero miles peregrinan para presenciar el santo milagro: dos veces al año (en viernes santo y en Navidad), se humedece y apesta.





En esta región puede ubicarse perfectamente como el lugar donde tuvo origen la expresión “Holy shit!”