2.8.07

Los plomeros y el red wee wee

Ok, les voy a platicar algo que me pasó, something embarrasing… ¿qué es esto de sentir vergüenza? En su mayoría es quedar en evidencia ante la gente que eres mortal que tienes fluidos corporales, necesidades, vaya, que no eres perfecto. Y un sentimiento de sorpresa nos recorre, quizás es por el ruido que hace la máscara al romperse, no sé.
El caso es que hay muy pocas cosas que me dan vergüenza, digo, incluso las que cuento no los son tanto, pero sé que a la gente le causan conflicto por su naturaleza y por eso las platico.
El caso es que en la mañana vinieron los plomeros justo cuando me iba a meter a bañar, les grité voooy, me vestí rápido y abrí la puerta. Ya no los esperaba hoy, pero vinieron, y como siempre me agarraron con trastes en el lavabo y ollas abajo, entre que entran salvajemente y empiezan a sacar mezclas y polvos y aceites y yo moviendo los platos y cubiertos y tazas y vasos para que no se ensucien y el otro, el gordo güero, me dice, de una vez cambio el del baño y sube las escaleras, y yo, voy y dejo todo y subo con un sartén en la mano y cierro puertas, mi bata en la cama, un solo cepillo de dientes en el lavabo, y el gordo güero está bloqueando la entrada y yo pienso mi tapete y yo, mira deja saco estas cosas, y pone cara que uf pinche vieja nomás me quita tiempo y empiezo a sacar todo y lo pongo en el sartén y pienso, dónde lo echo para que… y me pasa una cosa envuelta en unas vendas…
Ok, yo lo compré porque pues ¿por qué carajos no? El caso es que la moral católica me hace esconderlo, bueno, no esconderlo, si no que como iba a tener visitas lo guardé, además de que en esos días mi cuerpo estaba teniendo reacciones alérgicas a prácticamente todo, así que…
Cámara lenta.
Plomero gordo güero extiende la mano, yo trato de sostenerlo pero se me medio cae el sartén, vuelan pastillas y él suelta lo de la mano, yo lo agarro en el aire y zaz se escapa, sólo la orillita, empieza a desenredarse la venda y … ¡se cae por las escaleras! Se empezó a desenrollar y la verdad, un mórbido voyeurismo me detuvo, se desenvolvió hasta el final y salió, dio dos brinquitos y se puso a temblar.
Situación:
Dos plomeros mexicanos. Una mujer sola. Un vibrador rojo de 35 centímetros de largo en medio de la cocina. Un gato maúlla.


Ya. Lo que pasa no es que se caiga la máscara y quedes en evidencia, si no que no quieres presentarles esa cara en particular a ese grupo de personas. A mí no me conviene que los plomeros de monterrey se enteren que aquí vive mujer soltera busca que tiene un vibrador rojo, cuál rojo, mega intenso no manches rojo y un gato como compañía. Porque las mujeres de monterrey son modositas, calmadas, si te las quieres coger, entonces lánzate a Acapulco.
¿What would buffy do? Dos años de trabajar con lancheros sin que me faltaran al respeto una sola vez, debió entrenarme para esto…
EEEEEKKKKK grité, ¡no puede ser! ¡Ay no! ¡Qué pena! ¡Mi hermana se la bañó! ¡Era una broma! Ay, no qué pena qué pena. ¡ay, qué estarán pensando!
Ok, pensé en buffy y salió cordelia. No importa.
Lo agarré con dos dedos y asco y lo metí a un cajón.
¡Ahh, pero va a ver!, dije. ¿ya acabaron?
Mensaje a mi mamá, “háblame”.
Me habla. Simulé conversación y que ella ya venía. Mi mamá en el otro extremo gritaba, pero estoy trabajando, no puedo ir ahorita, cuál reunión, de qué me hablas y yo, ajá, sí, pues la merienda, claro, me dijo maye que no podía, pero las demás sí vienen, a qué horas llegas, no ahorita están los plomeros, igual y en media hora, cubro celular, -¿en media hora terminan?- Ajá. Claro, pues si quieres que venga está bien, pero sólo hay café.
Los señores terminaron, yo no los volví a ver a los ojos porque entonces daría pie a que cambie la conversación de algún modo, y eso, definitivamente no lo quiero.
Dicen que hay tres tipos de mujeres en México, las madres, las vírgenes y las putas. Y muchos creen que las vírgenes son sólo putas chiquitas. El caso es que estos señores son de los que asumen que ellos son mejores que el red willy y por lo tanto, muero por que me hagan caso.

Damit, y el del Gas Natural vino a cambiar no sé qué empaque y me dejó su teléfono personal para lo que se me ofrezca.
Le hablé y le dije,
“se me ofrece bruce willis”.

tan taaan.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

¿Qué, no hubo caca en este post? Jajajaja...

Anónimo dijo...

Por supuesto, ellos oyeron:
EEEEEKKKKK grité, ¡no puede ser! ¡Ay no! ¡Qué PENE! ¡Mi hermana se la bañó! ¡Era una broma! Ay, no qué PENE qué PENE. ¡ay, qué estarán pensando!

-la iguana de mar

Anónimo dijo...

Les hubieras dicho: "Oops, es el molde del de mi marido."

Y madres!! Y con eso ya no se meten.

 
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