Como dicen en
vacalandia, usté no puede inventar este excremento.
Esta semana
tampoco enseñé porque pusimos exámenes. El de esta semana se llama MAP, que según mide nivel de lectura y conocimiento
matemático. Lo aplican tres veces al año, al principio (las primeras semanas), a la mitad (esta
semana) y al final. En teoría mide progreso del estudiante y los resultados son
indicadores de si el alumno o alumna va aprendiendo según su grado académico y
los pone en un ranking porcentual con el resto de los estudiantes del estado.
Esta escuela está como en el lugar #450.
Bueno, pues, les
cuento sobre la semana.
El lunes nos indicaron que no podíamos seguir reportando el mal
comportamiento para nuestro salón, esas mentadas de madre, escapadas de las alumnas, venta
de drogas, nada, que lo manejemos nosotros en el salón porque…
¡estamos poniendo en un muy mal plan a la escuela! En esta escuela todos y
todas pasan a preparatoria y ¡No tenemos problemas de disciplina! Punto.
El lunes también teníamos
junta administrativa de dos horas pero yo me sentí mal, me cayó pesado una cena
recalentada de valemadrismo que tuvo sus síntomas más fuertes cuando Bekeisha,
la loable directora de nuestra honrada
institución, dijo que iba a pasar el resto de la junta enfocada en el grupo
latino. Me tuve que ir… al gym.
El martes tuve la
junta post-observación con la doña Bekeisha. A los 10 minutos de que debió
haber empezado me llama su secretaria para decirme que mejor yo vaya a su
oficina, así que practico sonrisa y me lanzo.
Así se ve su servilleta, pero con más bigotes. Fuente |
La nórdica ni se
disculpó por el plantón de la semana pasada ni me dijo nada relacionado al poco
profesionalismo de su actitud.
Me pregunta si
leí su observación, le digo que sí, y me dice que entonces… nada, la
interrumpo. Tú te enfocaste en lo negativo y en cosas en las que yo ni tenía
control, como el que tocaran a la puerta o sonara el teléfono, le digo. Los alumnis han mejorado muchísimo, ¡ya no me roban los lentes! ¡Antes de aventar sillas me avisan!
Me dice, que no,
que lo que pasa es que yo no sé nada, me saca libros, manuales, total me hizo luz de gas. (Término utilizado para referirse al abuso psicológico donde se
presenta información falsa o distorsionada para hacer dudar a la víctima de su
memoria y cordura.)
Fue una discusión
en la que ella tenía total razón y yo no sé ni hablar el idioma, algo así. Me
recomendó que fuera a hablar con Miss Becky para que me explicara cómo manejar
mi salón y deje de perder tiempo y de desaprovechar la creatividad de mis
alumnis que están ansiosos y ansiosas por aprender pero yo no sé cómo enseñar.
Salí un poco,
tantitito, molesta de la conversación.
Así tenía ganas yo de agarrar a Doña Bekeisha
Llegué con los y
las estudiantes y me ven y me preguntan que qué tengo, que por qué estoy echando
humo por las orejas y me sale fuego de los ojos, y poco profesionalmente les
dije que su directora pensaba que yo no sabía enseñar. Así, que como favor
personal, les pedía a ellos y ellas que respondieran el examen MAP lo mejor que
pudieran para que yo pudiera ir a restregárselo a la cara de la Bekeisha.
Y, ¿qué creen? ¡Se
sentaron las tres horas a responder el examen!
Y salvo por uno que respondió el examen en 16 minutos (esto es, le dio click a lo que fuera) y se puso a gritar que los sacara a jugar futbol, el resto de los 50 subió su puntaje.
Y salvo por uno que respondió el examen en 16 minutos (esto es, le dio click a lo que fuera) y se puso a gritar que los sacara a jugar futbol, el resto de los 50 subió su puntaje.
Algo estoy haciendo. Como dirían en mi terruño:
que según mis paisas no es homofóbico, aunque los multe la FIFA |
Hablando con el
resto de las maestras y maestros, los comentarios de Bekeisha en sus
evaluaciones han sido el detonador para que estas maestras renuncien, parece
que el año pasado renunciaron 24.
En otras noticias,
el miércoles, durante la aplicación del examen MAP hablaba yo con la alumna que
se sale del salón, se escapa de su casa, le mienta la madre a los adultos y que
no ha entregado nada académico, la chica a quien cariñosamente llamo La
Guayabita, le preguntaba cielito si no hacía nada corazón mi amor porque no
alcanza a ver la pantalla donde tengo proyectadas las instrucciones. Me responde que no alcanzaba a ver, que todo estaba borroso,
Pues resulta que mientras
hablo con ella que veo animalitos caminando por su pelo.
Tras que terminara la clase, fui con la enfermera y le pedí porfavor que llamara a
la Guayabita para que le hiciera un examen de vista y uno de piojos.
Sorpresa.
¡La Guayabita
tiene piojos!
Se los pegó la Tostadita. O quizás su novio. O quién sabe. Hasta ahora ya tenemos confirmadas dos. A
la Guayabita y la Tostadita.
Tras que su
escamosa servidora recibiera esta información el jueves por la mañana, veo a la
Guayabita en el pasillo. La saludo, “Hola, Guayabita, buen día” me mienta la
madre y Miss Becky ve eso y le dice, “Ven, mi amor” y la abraza, le pega su
cabeza a la de ella, se restriegan los cabellos, se dan tope borrego, se
arrumacan y juntan frentes y voltea a verme Miss New-Piojos y me dice con la
mirada, “¿Ves? Así se trata a las niñas para que no te insulten.”
Ay, qué bonito es
el karma.
2 comentarios:
Jajaja. Ay corazon. No paro de reir. Cierto, el karma siempre cae
JAJAJAJAJAJAJAJJAJAJAJA
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