17.12.07

Cadáveres al mojo de ajo

Fue la posada familiar y la cena fue abundante. No sé si se deba al pasado hambriento de mi familia, o quizás al recuerdo de aquellos tiempos abstemios, pero cuando se celebra, ¡se celebra!
Un año hubo lechón (léase, cerdito chiquito onda piggy pig pig), éste nos presentó un cordero.
Ilusa yo, pregunto, ¿qué es un cordero? Me explican que es como un chivito, sigo sin comprender, mi comida viene empaquetada y etiquetada, no viene de animales con sangre y pelos… me detallan que es este animal caprino que aún no ha sido destetado. ¡No lo puedo creer! ¡Me están diciendo que estoy sentada en una mesa con gente que se comería un bebé! Les pregunto si se comerían un infante. Me ven raro.
-Se mata al animalito sin crueldad, -me dicen
-¿Pero si fuera producto de un aborto?, estoy leyendo este libro donde se junta la gente para practicar abortos y luego se comen el feto desmembrado con miel y pimienta.
Mi tía la pía vomita un poquito en la servilleta.
-no es posible comer carne humana, me dice la madre, en el infinito salió que te da el mal de las vacas locas.
La Wicha empieza a contar su historia de cuando fue a misiones:

Traen al chivito,


-seño wicha, juegue con el chivito y tenga esta olla.
(yo creía que esto tenía un afán perverso, cercano a la crueldad, jugar con el animalito, llevárselo a los niños, a la güera, pero me explican que no es así, que el bicho tiene que estar feliz feliz)
Wicha juega, besa y abraxa al chivo. Le toman fotos. Le da agua con la olla, el chivito se le duerme en las piernas. Llega el granjero, vacía la olla, toma un cuchillo y le rebana el cuello al animal. Entrecierra los ojos y sólo se escucha cómo intenta gemir pero saca sólo aire, se asfixia y desangra.


Le gritan -¡la olla!
La Wicha atrapa la sangre.

Después el granjero desuella al cabrito y le pasa los intestinos para que le exprima toda la mierda. Lo cocina y le dan la mejor parte a la Wicha.


Traen el plato. Digo no gracias. Me preguntan por qué. No puedo explicar realmente cuál es la razón, no hay razones, ¿cómo explico que no puedo comerme eso porque es demasiado... cute? Así que balo.
-¿Cordero?
-meeee
-Ay ya, pruébalo.
-meee meee
-tantito, mira, está bien bueno, lo dejamos hornear por toda la noche
-¡Meeeee!
-pero bien que comiste bacalao, ¿no?
-¿gluc?
Es irracional. No existe una explicación que pueda defender monos, gatos, chivos, vacas y no moscas, bacterias, pescados o incluso, pollos. Este señor (luego les pongo el nombre) dice que es su capacidad de ser amable. Que uno puede amar a un perro, pero no a una cucaracha. En otras palabras, no me los como porque me caen bien, si no me cayeran bien, me los comería.

Osea, tipo que no es racional.
Dice la señorita O. No, si yo soy vegetariana no porque me gusten los animales, si no porque odio a las plantas. Y con saña desgarra una lechuga y desmiembra una espinaca.

Me dice mi tío, es la ley natural, para eso tienes los colmillos. Y le explico que el día que yo con mis manos pueda matar un toro, ése día me lo como. Mientras no alcance a un conejo corriendo seguiré engullendo las pacíficas papas y tranquilas cebollas. Por eso celebro el banquete de los tarahumaras (rarámuris) quienes corretean a un venado hasta cansarlo y luego se lo zampan.

Entonces sacaron los escargots, y pienso en aquel caracol que va por el sol que en cada cuernito lleva una flor y luego unas tijeras, clip, clip, le cortan las antenas, oh diversión.
Entonces resulta que todo es porque mi naturaleza es exterminadora. Uno roe huesos, chupa médulas y luego caga todo.
Somos ontológicamente seres que esparcen destrucción.

2 comentarios:

Estela dijo...

Ah qué cosas....
Yo no podría comer pato, por ejemplo, por los patos que tuve de mascota hace tiempo.

Respecto a la cita de la señorita O pertenece a A. Whitney Brown, y es bastante divertida.

No sufras tanto. Vive de tofu y plantitas si te hace más feliz.
*Abrazote*

hmmm.... se me antojó un ribeye gruesosote de término tres cuartos.

Oh sí.

grg dijo...

Pinche Edith, me acabas de volver vegetariana.

 
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