Unos estudios recientes de la universidad de Nuevo México en Ruidoso en alianza a la de Illinois en Boston han descubierto que los teléfonos celulares no existen. Todo ha sido producto de la imaginación. La efectividad del dispositivo es tan real como el caldo de pollo de la abuela para la gripa o la mala suerte causada por pasar bajo una escalera. Sin embargo, lo que sí es evidente es la sugestión a la que ha sido sujeta la humanidad, al grado que ésta ha creído completamente en la utilidad (y necesidad) de los teléfonos celulares.
El argumento pragmático (pero falaz) es el siguiente:
-Yo abro mi celular, llamo a mi hermano, mi hermano me contesta, NOS COMUNICAMOS, cierro mi celular.
Por lo tanto se cree que la comunicación ha sido realizada por medio del teléfono celular.
Los científicos habían tratado de explicar el funcionamiento del aparato al compararlo con un radio-transmisor, y a través de ondas, el sonido llegaba de un lugar a otro. Sin embargo, en varios casos documentados incluso los teléfonos sin saldo o sin pilas podían recibir mensajes (o enviar), llamadas que no habían sido efectuadas realmente pero que se recibieron, datos intercambiados, aviso de muertos en la familia, etc. Exiten innumerables historias inexplicables (si quieren ver más ejemplos den clic aquí )
Después de extensas investigaciones los estudios recientes indicaron que el funcionamiento del celular radica en la activación de centros neuronales por medio de cargas magnéticas no ionizadas y radiación (BTW, que a largo plazo causa cáncer del cerebro en la mayoría de las personas). La zona estimulada es precisamente donde se guarda el conocimiento emocional cuya liga a las percepciones extrasensoriales ha quedado identificada en numerosas ocasiones. (Un resultado paralelo e inesperado fue detectar que en los casos en los que una persona recarga el teléfono un poco más atrás, se producen altercados violentos (gritos, faltas de respeto, insultos, etc) pues se activa la zona que controla las inhibiciones). Esto es, el teléfono celular no es un medio para comunicarse, es un potencializador de células telepáticas ESPeciales. El cual a través de sugestión y superstición ha logrado activar un porcentaje considerable del cerebro que permanecía en un estado de reposo. En otras palabras, fuera de efectuar lo que cualquier microondas, golpe en la testa o caída repentina de un rayo, el celular no es más que un fancy despertador/cámara portátil.
13.11.08
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