24.12.07

el pretzel de la muerte

Fuimos a macalen pero no pude disfrutar toda la experiencia del shopping porque me cayó mal un pretzel que me comí de desayuno.
Bueno, (let me rephrase THAT) cuando digo “me cayó mal” es como un eufemismo... explico: me refiero a que me empezó a doler tanto el estómago que no podía caminar así que me senté en el suelo en el área de faldas para damas plus sizes y luego pensé que estaría un poco más segura alejada del feeding frenzy, ojos desorbitados, a 80% de descuento, dámelo, yo lo vi primero, de las súper patas de las señoras y un poco más cerca del baño. Lo malo fue que en el baño, pues el esfuerzo que hice para llegar me desgastó un poco, así que me situé a un lado de la taza, en el suelo, justo donde las mujeres hacen pipí de aguilita (hombres, explico: además de ese comportamiento en el que las mujeres van al baño en grupos y platican sus intimidades mientras cagan, las chicas no se sientan (generalmente) en las tazas, si no que en cuclillas expelen los excrementos, a veces le atinan al recipiente, pero generalmente no, entonces alrededor del bacín hay salpicaciones y mojones cuyo destino es el trapeador del servicio). Pues bien, yo estaba ahí, en el suelo, limpiando todo deshecho con el culo, pues no me podía levantar. Como me empezó a dar un poco de asco, abrí la puerta y me arrastré hacia afuera.
En el pasillo había tres tipos de personas: los gringos, quienes son gordísimos, con ropa espantosísima (no entiendo cómo es posible que compren tantísimas cosas y se vistan tan mal) y que me veían de reojo y en algunas ocasiones me brincaban; los chicanos, igual que los gringos pero con ropa dos tallas más chicas que lo que deberían usar; y los mexicanos (yeii), quienes se acercaron a preguntarme si me sentía bien. Les admití que no, que necesitaba que vocearan a mi madre quien estaba probablemente peleando por las ofertas. Me preguntaron su nombre (ella tiene esos nombres que son difíciles de pronunciar e imposibles de recordar), entre dientes y jadeos convulsos medio lo enuncié, pero cuando la vocearon, creo a una tal “Mishishi Mamushi”, me di cuenta que no iba a venir. Para esto, entre la pregunta y la voceada, se había decidido por los pinches gringos que yo estorbaba, entonces entre dos, me cargaron y me depositaron en unas bancas de por allá. Esperé a que volvieran a llamarla y creo que me quedé dormida.
Al rato abrí los ojos y la nausea me hizo correr (bueeno, correr implica velocidad, yo repté arañando paredes y medio jorobada, hacia la salida) hacia el estacionamiento. Pero me caí. Como estaba cerca de la puerta la gente a veces me esquivaba y a veces me atropellaba con el carrito, y yo solo podía pensar, “ojalá que no me haya sentado en un chicle porque eww, una cosa es sentirse mal y otra parecer hobo”. Al poco rato aparecieron un par de mexicanos (yeii) quienes me preguntaron si estaba bien. (déjenme explico la escena: fémina revolcándose en el piso, tiembla, suda, es traslúcida, tiene los ojos rojos, y ha sido atropellada tres veces por carritos llenos de cosas y la gente entre que la esquiva y la salta.) Musito un “no, necesito ayuda”. Segundos después ya está un grupo de personas alrededor mío, los guardias de seguridad traen walkie talkies y un policía insiste en llamar a una ambulancia. Pienso en las salas de urgencia gringas y la inmensa ineptitud de los médicos, le trato de explicar que a menos que me esté muriendo no me pararía en un hospital en estados unidos, que antes me arrastro a reynosa. Pero me malinterpreta y empieza a llamar a la ambulancia, en eso llega el novio de la madre quien me ve. Se regresa por ella y entre los dos me cargan hacia el carro.
Ahí me pongo en posición de recuperación y creo que me quedo dormida.
De ahí mi madre dice que pasó lo siguiente en un lapso de tres horas:
-Edi edi, me dice, ¿estás bien?
Ediedi(osea yo): ugh, no mucho…
Madre: te llevo al hospital, ya llevas una hora así.
E: no, no, ughh… pinches gringos, no saben nada… zzz… (entro en sopor)
Madre: bueno, voy a regresar a pagar las cosas, ahorita vengo.
E: …ugh, máquinas.. zzz… porque nough saben diagnosticar.
Se va, vuelve media hora después
Madre: Mijita preciosa, ¿cómo sigues, linda? (¿escuchan la culpa? es por irse y dejarme ahí, la vieron feo y todo, eh)
E: …porque necesitan hacer zzz … mil análisis antes de... zzz
Madre: ¿te llevo al hospital?
E: en Reynosa…no, no... zzz … George Clooney…
Viaje en carro hasta mol en Mission.
Madre: bueno, vamos a estar en Bealls, ahí hay un Barnes & Nobles, por si quieres visitarlo.
E: ok… libros… hospitales, ugh… zzz
Exeunt Madre y novio de madre. E duerme. 1 hora. Vuelve, se asoma por la ventana.
Madre: ¿cómo sigues?
E: no sé. Mal creo.
Madre: ¿Mal o peor? porque te ves de mejor color… hmm... bueno, mijita preciosa, este..., si necesitas algo seguimos en Bealls.
E: ok… zzz
Corre madre con billetes en la mano.

En fin, a las tres horas me senté y me sentí mejor. Aunque todavía tengo el estómago revuelto y escalofríos de vez en cuando, pude llegar hasta B&N y me compré lo siguiente:


Entonces, ¿qué fue?
Hipótesis 1: intoxicación con pretzel: explica las manchas rojas, la temblorina, la nausea.
Hipótesis 2: empacho, a huevo, el pretzel estaba crudo, y explica el dolor de estómago.
Hipótesis 3: la levadura del pretzel interactuó desfavorablemente con las cervezas del día anterior, osea, se expandió, explica la hinchazón del vientre.
Hipótesis 4: se me bajó el azúcar: explica los desmayos, el cansancio, la temblorina y la sudoración.
Hipótesis 5 (la que todo mundo dice que fue): estrés, maratón exhaustivo lupe-reyes, eso fue todo, necesito descanso de las vacaciones.


¿ideas?

6 comentarios:

Estela dijo...

Hipótesis 1: Probablemente tienes una colitis salvaje y no procesas harinas.

Hipótesis 2: Los alumnos que reprobaste te mandaron ese pretzel especial justo para ti.

Hipótesis 3: Una combinación de todas las que mencionaste en tu entrada.

Anónimo dijo...

bien decía mi apá que los pretzels nunca dejan nada bueno.

Edigator dijo...

estela:
lo sabía! fueron los alumnos, malditos, de haber sabido también les destruía el alma
la diabla:
no eran los hombres?

Garciazamora dijo...

Siguiente post: Edith gestando al mesías.

la vieja diabla dijo...

pos eso no lo dijo mi apá, pero como quiera yo lo secundo. dígalo quien lo haya dicho :P

Anónimo dijo...

Me gustaba más la idea de que estuviera gestando al Mesías. Sin embargo reflexioné, y me di cuenta que si así era, pues eso significaba que el Mesías sí existe, lo cual a su vez significaba que si el Mesías existe entonces también Lucifer, por lo que a su vez significaba que el anti-Cristo también podía ser gestado. Y ante esto, pues la verdad si me das a escoger qué quién creo que Edith pueda gestar, si al Mesías o al anti-Cristo... pues mejor prefiero pensar que el pretzel estaba rancio.

 
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