3.5.08

Una tarde como cualquier otra

Anoche fuimos a cenar a un restaurante en San Nicolás de los Garza, N.L. (sí, la edigator también come… o simula comer). Mientras un señor del kareoke con voz te-lo-juro-no-manches-es-igualito-a-vicente-fernández cantaba, un viejito vigilante cruzaba la avenida de allá para acá.
Explicación: En México, aquellas personas de la tercera edad quienes no cuentan con una familia que se ocupe de ellos, no se jubilan, oh no, deben de encontrar trabajos como vigilantes, viene-vienes, cuidadores de estacionamiento o empacadores de bolsas en los supermercados. Sin embargo, los que sí tienen familia pueden vivir sus últimos años como cuidadores de nietos, o bien, son recluídos por sus hijos en pequeñas cárceles llamadas asilos. Si tienen suerte, se mueren pronto.
El viejito vigilante casi tuvo suerte ayer, pues del estacionamiento un vocho (populus currus scarabeus) sin freno decidió liberarse y atacar al viejito vigilante. El viejito vigilante veloz brincó y, como era de esperarse de un viejito vigilante veloz de setenta y pico años, cayó con la mera testa a media avenida, sus lentes y celular volaron al siguiente carril y el viejito vigilante no tan veloz de setenta y pico años reptó hacia ellos. Las poderosas trocas de San Nicolás de los Garza, obviamente, no detenían su andar, por lo que que los meseros, el señor del kareoke, los 30 comensales, mi hermana la embarazada y yo con collarín, corrimos a asistir al viejito vigilante etc. y a parar el vocho liberado.
Situación: en san Nicolás de los Garza. 2230 horas. 40 personas ocupan dos carriles de una avenida de seis, una de ellas se encuentra tumbada en el suelo gritando, ¿qué pasó?¿qué pasó? Los vehículos que circulan por la avenida frenan o se asustan, llega la patrulla 202 de San Nicolás de los Garza. Dueño del restaurante sale y avisa, “ya no hay ambulancias, me lo llevo yo”. Edigator recomienda que no lo muevan, nadie escucha a edigator (good!). Levantan al viejito vigilante etc. y lo meten a una camioneta, voom. Se va.
Los comensales regresan lentamente a sus cenas, mr. Kareoke igualito a un vicente fernández (afónico y viejo) empieza a templar su voz. Los dos puercos de la patrulla se bajan y caminan hacia nosotros. Quieren llevarse detenido a alguien.
No hubo conductor, le dicen 30 personas. El herido ya no está. El vehículo nunca tocó al herido. Los cerdos toman un celular y hacen una llamada. Se aparece una tipeja en una camioneta café, los saluda de beso. Los cuinos aseguran que ella es testigo de que el vehículo era conducido por un mesero, que atropelló con dolo al viejito vigilante etc y que el dueño lo está ocultando. Los 30 testigos se ríen del cinismo de los malditos chanchos.
JA JA JA. Siguen comiendo.
Pero he aquí el por qué en México un gobernador de un estado por sus destos puede meter a la cárcel a una mujer y ordenarle una calentadita, por qué un español puede decidir vender Pemex, por qué el gobernador de otro estado puede matar a su esposa de un ataque epiléptico (NADIE se muere de un ataque epiléptico)… los dos gordísisisimos policías de la patrulla 202 de San Nicolás de los Garza establecen que eso lo arreglará el Ministerio Público, que se llevan el auto detenido, a todos los meseros y… pausa, conmoción, en eso aparece el viejito vigilante etc gritando y brincando…
¡Estoy bien! ¡Estoy bien! ¡Me dijeron que no tengo nada!
Aplausos de los comensales.
Los porcinos del diablo se carcajean y dicen, “eso lo decidirá el perito de ministerio público, por el momento, quedan todos detenidos… o... cómo nos podemos arreglar”.
Entre los comensales había al menos dos abogados. No pudieron hacer nada. Nada. Quisimos tomarles una foto pero, la verdad, nos dio miedo que nos fueran a hacer algo, pues si pueden materializar un crimen hasta con testigos en cosa de 10 minutos con tal de robar una mordida… ¿quién sabe qué nos podrían hacer?
Los 30 comensales y los cinco meseros, para desahogarse, contaron, al menos cada uno, un caso de corrupción e impotencia parecido a esto. Todas las historias terminaron en mordida o multas estúpidas o un tiempito en la cárcel (como el de mi tío quien tuvo un derrame cerebral en un hotel y al abrir la puerta cayó al suelo echando espuma por la boca… así que lo metieron al bote por sobredosis).
Aunque debemos afirmar que sí hay una esperanza, está en nuestros amigos los narcos quienes los están ejecutando (aunque, tristemente, no con la suficiente velocidad). Lo único que nos queda es desearles cáncer.
Decía una maestra mía de historia: cómo méxico no hay dos... por suerte.
aquí se puede ver una toma de los cerdos en sus ratos libres.



Alguien de San Nicolás que opina parecido: http://seldonmatrix.com/?p=529


4 comentarios:

la vieja diabla dijo...

grrrrrrrrrrrrrr

Anónimo dijo...

bua, me acabo de enterar que todo terminó en una cena para los marranos (de tres entradas de carne asada) y 350 pesos para cada uno.
La pura grúa salía en 1,000, me dijeron.
-yo mesma

la vieja diabla dijo...

GRRRRRRRRRRRRR!!!
o sea, no hay escapatoria!
te corrompen!
wtf
WTFFFFFFF!!

sigh :(

Miriam de Garza dijo...

Reiterando... como México no hay dos.. por suerte!

 
Creative Commons License
This obra by Edigator is licensed under a Creative Commons Atribución-No Derivadas 2.5 México License. Creative Commons License
This work by Edigator is licensed under a Creative Commons Atribución-No Derivadas 3.0 Estados Unidos License.