29.12.15

De cuando Jesús estaba en una cueva y le salieron unos dragones...

Ayer fue día de los inocentes (28 de diciembre). 

Mi señor progenitor nos escribió a todos sus vástagos y vástagas para comunicarnos que había decidido unirse a UBER y que había estado trabajando desde las 5am y ya había juntado 3 mil pesos. Yo (inocente edigator) le creí, pues él está preocupado por dinero y le gusta manejar. Sin embargo cuando le pregunté si estaba trabajando en ese momento, me dijo que sí, que ahorita iba por un cliente para llevarlo a Acapulco.

Entonces me di cuenta que yo había sido víctima de una broma. Porque entiendo que mi padre decida de la noche a la mañana en convertirse en taxista en uno de los países más peligrosos del mundo para ser taxista. ¿Pero textear y manejar? Nunca.

El 28 de diciembre se celebra el día de los inocentes en la religión católica. Aparentemente es porque Herodes (rey de las últimas décadas del siglo I a.C.) mandó matar a todos los niños pues le habían dicho que había nacido el hijo de dios. Ésa es la versión “oficial” según las escrituras (palabra de dios).
Entonces Herodes, al ver que había sido burlado por los magos, se enfureció terriblemente y envió a matar a todos los niños de Belén y de toda su comarca, de dos años para abajo, según el tiempo que había precisado por los magos. Entonces se cumplió el oráculo del profeta Jeremías: «Un clamor se ha oído en Ramá, mucho llanto y lamento: es Raquel que llora a sus hijos, y no quiere consolarse, porque ya no existen.»
Evangelio de Mateo 2:16-18
¡Qué buen tema para pintar!


No importa que la celebración de la visita de los Reyes Magos sea el 6 de enero, o bien, nueve días DESPUÉS del día de los inocentes. Estas contradicciones obvias se aceptan porque naaadie se toma al pie de la letra estos textos.

Se celebra después de la natividad porque los niños fueron masacrados como mártires. Aunque en esas fechas y épocas posteriores los cristianos realmente fervorosos en verdad querían ser mártires (morir por su fe o matando infieles), en este caso en particular, los pobres niños no tenían ese deseo de morir ni por la fe ni por nada. Probablemente sólo querían leche y dormir y nada, toma, decapitación, ¡ja ja ja, feliz día de los inocentes!

Pero déjenme les cuento lo que pasa después. María, José, su hijo recién nacido y un par de amigos salen por patas para huir de Herodes (un ángel les avisa). Entonces se esconden en una gruta. Escuchan unos ruidos y en eso... ¡zaz! Dragones.

Yes. Dragones.
 Y he aquí que de pronto salió de la gruta una multitud de dragones, y, a su vista, los niños lanzaron gritos de espanto. Entonces Jesús, descendiendo de las rodillas de su madre, se puso en pie delante de los dragones, y éstos lo adoraron, y se fueron.(Pseudo Mateo 18: 1)
Un bebé recién nacido se paró solo y se hizo amigo de unos dragoncitos.
Vengan lombricitas

Lástima que en el maratón Lupe-Reyes no se incluya el día del dragón. Me imagino que dada a la naturaleza nada dramática de las fiestas religiosas, como mínimo durante la celebración del dragón la gente escupiría fuego por la boca, volaría por los aires con alas falsas y haría unos banquetes marca diablo. Eso o al menos adoptarían una lagartija. Pero nimodo, nos quedamos con las bromitas.

¡Feliz día de Quetzalcóatl!



om nom nom



No hay comentarios.:

 
Creative Commons License
This obra by Edigator is licensed under a Creative Commons Atribución-No Derivadas 2.5 México License. Creative Commons License
This work by Edigator is licensed under a Creative Commons Atribución-No Derivadas 3.0 Estados Unidos License.