La luz, con un cierto tono verdoso, venía de atrás y por alguna razón yo tenía que seguir caminando y el piso crujía con cada paso. Sentía el crunch en mis pies y el olor a humedad mohosa, es curioso, pero yo siempre sueño olores. Había también una sensación de que algo iba a pasar si no me apuraba.
Algo más o menos así (fuente) |
Justo cuando iba a acelerar el paso, quedó todo en la más obscura obscuridad. Totalmente negro, de esas obscuridades que casi se mete en la boca de lo densa que es. Abrí más los ojos pero todo era penumbra. Hasta el crujir había quedado silenciado.
Entonces coloqué una mano, la derecha, en la pared del túnel. Extendí la izquierda, dedos completamente abiertos, para ir tentando y continuar. Pero ahora más despacio.
En ese momento, la punta de mis dedos tocaron algo peludo. Cerré la mano en reacción. Y en ella quedó atrapada otra mano. La tenía asida de la palma, la mano era grande, peluda y acuosa. Alguien me había estado esperando. Me puse a gritar.
Me despertaron mis propios gritos.
Así es, desperté de vuelta en Gringolandia. Parada arriba de la cama, con la mano derecha pegada a la pared y... en mi mano izquierda, afianzada como con tenazas, ¡tenía pescada la mano de mi gringo marido quien súper quitado de la pena seguía roncando cual lirón! Mi gato maravilloso apenas abrió un ojo como diciendo "a ver si ya le paras al borlote, ¿no?"
Por supuesto, no me pude volver a dormir.
4 comentarios:
¡Qué horror!
Muchos abrazos y chocolate para que se te baje el susto.
:)
Me ayudó una chela, pero luego me remordió la conciencia porque era muy temprano.
¡Y no se despertó el güero!
Yo soñe con Lucerito la otra noche y despues que Peña Nieto era mi maestro en la escuela a quien insultaba salvajemente, y me remordió la conciencia...mucho
jajajaja, qué horror, me hubiera despertado gritando también.
que no te remuerda la conciencia, dudo que peña tenga la capacidad para comprender un idioma.
Publicar un comentario