For English, Grr Argh!
Todo el mundo sabe que los zombis (o zombies) son cadáveres resucitados. Entonces, si una persona se muere y después revive, es un zombie. Bien simple. Claro, lo que hace esencialmente interesantes a lo zombies es que tienen un excesivo deseo por banquetearse a un humano vivo, en particular sus suculentos sesos. Una posible interpretación de por qué son substancialmente atraídos hacia ese manjar culinario es por el querer aquello que les hace falta.
La teoría dice que debido a que son occisos revividos cuyos cerebros han dejado de funcionar, buscan unos que sirvan. Sin embargo, otra teoría (mucho más viable) podría ser que tienen un anhelo de vida el cual sería satisfecho por medio de la engullición de viva carne trémula.
Porque si fuera que codician sesos por la falta de ellos, no habría zombies estúpidos. Sin embargo éstos existen.
Por ejemplo, hace como 2,000 años este obtuso zombie judío lo entendió todo al revés. Aunque efectivamente aterrorizaba a la población por el simple hecho de existir (osea, mostraba sus heridas abiertas y se movía con la particular lenta cadencia del zombie), el tarado en vez de devorar a sus víctimas les decía que lo devoraran a él.
Fue tan espectacular que la gente aún habla de eso.
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