Ayer, sábado, 2
de abril, los gatos me levantaron a las 7am para que les diera de desayunar.
La mañana de esta
primavera en vacalandia era fría y por la ventana pude atisbar que había nevado
y todo estaba cubierto de la fina capa blanca.
Ésa es una ardilla voladora |
Como no me pude
volver a dormir, me puse a trabajar, a las 11 me levanté para prepararme otro
café y me di cuenta que ya se había derretido la nieve. Lástima, pero la
verdad, estoy lista para la primavera, así que tomé foto y me regresé al
escritorio.
Cantaban los pajaritos |
En eso, empieza
una tormenta, viento fuerte, aullando, los árboles crujiendo, visibilidad casi
nula. Nieve, aguanieve y granizo en diagonal. Las ventanas retumbaban y empecé
a escuchar sirenas, seguro que se cayó una ramona sobre un transeúnte por ahí.
No se ve bien porque estaba cayendo mucha nieve |
Revisé los
canales del clima y estábamos en alerta leve, recomendaban no salir. Pero aseguraban que
era una tormenta corta.
En efecto, a las
11.52 paró la lluvia, salió el sol y se volvió a derretir la nieve.
Todo antes del medio día |
Como claramente
el día estaba absolutamente sicótico mejor abrí una chela y me puse a leer una
novela gráfica a la que le tenía ganas desde hace rato.
Fin.
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