Ya llegó a Madtown la exhibición de los cuerpos.
Explico, una compañía (Premier Exhibitions) trae una exposición de cuerpos humanos (llamados por ellos "especímenes" o “piezas”). Cuesta entre 20 y 40 dólares por persona y han hecho un excelente negocio. Parece que las ganancias ascienden a dos millones de dólares por cada ciudad que han visitado (sin contar Nueva York, Las Vegas y otros Hot Spots).
En México no todas las “piezas” (o personas fallecidas) pudieron ser exhibidas en emocionantes posiciones porque en México no se permite la entrada a cadáveres cuyos orígenes son dudosos. Osea, si no hay documentos que prueben que no se está traficando con órganos o cuerpos, el cadáver no entra al país. Pero como el resto de los “especímenes” sí traían documentación (como por ejemplo, eran cuerpos no reclamados por familiares o cuerpos donados a la ciencia por sus antiguos humanos), los dejaron pasar.
Ha habido mucha controversia sobre la exhibición porque son de personas que no consintieron en que sus cuerpos fueran exhibidos, la razón por la cual los cuerpos fueron rentados por la Universidad Dalian en Liaoning, China fue porque que nadie estuvo en el momento de su muerte para reclamarlos. También la exhibición tiene restos humanos de ciudadanos chinos o residentes que fueron entregados por el Buró de Policía China (que pueden recibir cuerpos de las prisiones).
Pero además, traían cuerpos de personas cuya documentación no pudo ser encontrada, ni su nombre, ni su consentimiento, ni su procedencia. Entonces, el uso de los cuerpos de estas personas en particular no fue permitido. El resto de los cuerpos fue exhibido.
Se me hace interesante esta memoria tan selectiva que tenemos. Si una exhibición de cuerpos humanos no puede probar absolutamente todo el consentimiento de cada uno de los cuerpos; si no se conocen los nombres, las fechas, las vidas de cada uno de los sujetos exhibidos; si se le llama a alguien pieza o espécimen; si se ponen a las ex-personas en absurdas posiciones para demostrar si se está lucrando con la exhibición (no la familia del muerto); entonces el show no debe continuar.
Si alguien quiere que su cuerpo sea usado por una empresa como espécimen o “pieza”, quiere recorrer el mundo de manera plastificada, yo digo, adelante, es su cuerpo. Supongo que es preferible eso a que te metan a un ataúd y te echen piedras encima ... y luego tierra, tras, tras, tras, paletada tras paletada, terrones, polvo, piedras, apisonando, amacizando, ahí te quedas, de aquí ya no sales. Además, es una decisión voluntaria.
Pero, pienso en esto. Mi abuela fue al mercado y nunca regresó. Esto fue hace ya 30 años en la Ciudad de México. Entonces, ¿además de imaginarme que quizás todavía esté viva, que fue asesinada, que murió de causas naturales, que esté secuestrada, que la hayan atropellado, que esté en un hospital en coma, que tenga amnesia, que sus huesos estén en una escuela de medicina, que huyó a irlanda con el amor de su vida, que está perdida y todavía no encuentra cómo regresar, además de imaginarme todo, de pensar en todo, de esta duda que siempre siempre va a plagar a mi familia, ahora tengo que imaginarme que quizás está siendo exhibida, plastificada, en poses absurdas, con su cuerpo vagando de ciudad en ciudad para que Mel Gibson se tome fotos con ella?
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