Grita. Parece creer que podríamos no escucharlo, pero el hecho de que cuatro escritorios uno frente al otro posiblemente absorban el ruido es inpensable.
¡Edith! ¡Esta palabra lleva acento!
Mentira, así no empieza. Primero me grita de un lado de la oficina a otro, luego me hace caminar, me pide la regla gramatical del según error que encontró. A la décima le digo, "sí, puede ser". Entonces, la pausa.
Recorro la oficina hasta mi escritorio.
Me siento.
Ahora sí, el grito.
¡No es posible, esto no puede ser, qué vamos a hacer!
Uno podría pensar que realmente son preguntas. Debido a su construcción gramatical, pero no. los jefes pueden hacer de eso una interjección cuyo significado emotivo es "ahora-sí-la-cagaste, cómo-es-posible-que-exista-gente-así". (exclamación, no interrogante).
Yo lo vi (llevo un mes y 5 gritos).
Se frustó.
Me gritó que no era personal.
¡Claro que es personal! ¿Cómo no va a ser personal si me está gritando?
Y pensé. Mañana renuncio.
¡PAUSA!
Mi teléfono suena.
Es el jefe. Me cita, no en la oficina. NO. En ¡VIPS!
Buh, me va a correr y yo que quería mandarlo a volar.
25.7.06
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