Por lo tanto, Santa Clos le trajo un bote de Legos, que combinados con su colección anterior le produjeron más dicha que un gato suelto en una marisquería. Pensó en proyectos, pero como su mente estaba en modo escape, seleccionó un edificio que veía todos los días en la primavera.
Obviamente, sin nieve. |
Aquí su proyecto:
Primeros días. |
Debo añadir que si se ve chueco es porque yo mientras me dediqué a celebrar etílicamente el Maratón Lupe-Reyes. |
El de la izquierda pareciera que está en el defe, ¡hic! digo ¡ja! |
Ya concluído el edificio, se tomaron fotos de varios ángulos.
Van Hise posando, pajarito acá, derecha, izquierda, clic clic. ¡Perfecto! |
Cámara en mano, mi tigre marido en calzones dijo ¡pum!
¡pum! |
Y con un movimiento de brazo, las vacaciones terminaron.
Hay que recordar que lo más importante es el recorrido, no el destino final. Eso, y no matarnos los unos a los otros.
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