Mostrando las entradas con la etiqueta Edgar Allan Poe. Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas con la etiqueta Edgar Allan Poe. Mostrar todas las entradas

18.1.09

Lord, help my poor soul

For English, ... nevermore!

Yo no me puedo imaginar, que hace 200 años, cuando nació, su madre hubiera podido sospechar que 40 años después el cuerpo comatoso de su pequeño vástago estaría inerme en una cuneta frente a un bar. Que pasarían perros y ratas sobre su cuerpo, pero su olor repulsivo no les permitiría ni el escueto olisqueo que caracteriza a estas sabandijas. Que la vida de su amado hijo, en términos prácticos, habría sido patética y miserable. Y nunca lo supo, porque se petateó cuando él tenía 2 años. Sombría existencia la de él, parece ser, un matrimonio con su prima de 13 años (muerta a los 15), cero ganancias monetarias, ninguna propiedad, inmensas deudas del juego, adicciones a drogas, completo y consumado perdedor, … y en un charco a un lado de la acera, en ropas que ni siquiera eran suyas. Pasaría sus últimos cuatro días en el hospital entre delirios y alucinaciones, rehusándose siquiera a beber agua. Las causas de su muerte son inconclusas, o consecuencias de la bebida, o rabia (ocasionada quizás por la mordedura de un murciélago mientras pasaba sus horas de insomnio en su cuarto en el desván o alguno de sus múltiples gatos o perros), o sífilis, o suicidio, o asesinato, o simplemente no importa. Alcohólico, apostador, enfermizo, pedófilo, incestuoso, bueno para nada, desheredado, así nomás, Edgar Allan Poe se murió.



Quizás los parámetros que usamos para medir el éxito son inadecuados.
 
Creative Commons License
This obra by Edigator is licensed under a Creative Commons Atribución-No Derivadas 2.5 México License. Creative Commons License
This work by Edigator is licensed under a Creative Commons Atribución-No Derivadas 3.0 Estados Unidos License.