18.6.14

Tornados en Vacalandia

 Además de tener un invierno de octubre a mayo, Vacalandia también ofrece a sus pobladores la oportunidad de experimentar tornados.

Antenoche hacía calor y empezó a llover, a soplar viento, a tronar, a caer granizo y dice gringo marido, "va a haber tornado" y yo lo hubiera ignorado si no fuera porque como niño esperando a los reyes Magos se puso monotématico y a checar el cielo cada 15 segundos, el cielo y la computadora, porque via satélite monitoreaba la tormenta.

Desde que a mi amiga italiana en Tuscaloosa se le voló la casa aprendí que si es una jodienda quedarse sin casa en gringolandia es peor quedarse sin pasaporte, así que tengo una maleta de emergencia con todos mis papeles en la entrada de la casa, y como medio le creí al gringo marido, eché mis llaves en mi emergency kit y puse las jaulas gatunas a un lado de la puerta.

Por ahí de la media noche me dice mi gringo, vámonos al sótano YA, y yo, what? porque claro, yo recibo tornados como recibo huracanes, con harta cerveza.

Y me dice, YA YA YA y yo, ok, y metí al gato a su jaula felina y Simón se escondió como si lo fuera a llevar al veterinario. No importa, le digo a mi gringo, que se lo lleve el viento, total seguro se come a los changos voladores de Oz.

En eso empiezan a sonar las alarmas y a bramar el cielo.

Ya en el sótano me di cuenta que a pesar de que los gringos construyen casas de cartón, los gringos no hacen caso de las alarmas. Yo creo que se creen invencibles o que tienen una tarjeta de exclusividad.

Pararon las alarmas y subimos. El gringo marido revisó cielo y satélite y me dijo, Nada, vamos de regreso al sótano y ahora sí nos llevamos al gato usado.

Así que a pesar de que probablemente estaría mejor en Oz, agarré una toalla y envolví al Simón y lo eché a la jaula y en el proceso, obvio, me fileteó la mano. En eso volvieron a chillar las alarmas y se fue la luz.

Nuevamente en el sótano, con 3 de los 45 vecinos que tenemos, prendimos el radio y escuchamos que había tornados (tornados, plural) en todo Vacalandia.

La cosa de los tornados, aprendí, es que son muy random. Brincan y destrozan cosas, pero no es parejo, pueden agarrar una casa y no tocar a la de a un lado, entonces cuando nos amanecimos yo no vi nada, algunas hojas, una ramita por ahí.

Pero cuando agarramos el carro vimos que a unos 2 kilómetros de la casa se habían caído unos árboles.
Claro, acordonaron el área
De cuajo, el pobre

Tronchado

Los árboles a veces cayeron en carros.
Esos no son los dueños, son morbosos como nosotros tomándose selfies


A veces en casas.
No se nota, pero debajo de las matas a la derecha hay una casa comprimida                                                                            


Se volaron algunos techos.
A éste se le voló parte del techo y las ventanas       

A éste se le levantó el techo y se quedó una rajada en todo el centro                                                                                            

A éste algo le golpeó el techo


Y también algunas casas.
A éstos se les voló la pared junto con el techo                                                                                                                   

Pérdida total

Pérdida absoluta, todas sus cosas se fueron volando                                                                                                                     


El pueblo vecino, Verona, se declaró en estado de emergencia y en mi pueblo se dañaron levemente 350 casas. Por suerte no hubo ni un solo herido.

Fueron 6 tornados en total. Yo sigo sin entender por qué no hacen mejor las casas bajo tierra y viven como topos, o de perdida, de cemento.



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