28.5.11

las grañas

Hoy (gracias a oh my gaga) NO hay graña, pero recordé de una ocasión...

Estaba en Monterrey y hacía calor... y decir que hace calor en Monterrey es como decir que el Océano está mojado, entonces, como decía, en esta ocasión también hacía calor. Quizás unos 48 grados Celsius. Así que me decidí por un agua de horchata con mango de La Michoacana antes de ir al trabajo.
edigator y su agua de horchata

Entré al carro, aquel carro búmeran de aquí.
Inmediatamente prendí el clima (porque eso sí, aire acondicionado y todos los lujos de la clase alta existían en ese carro búmeran) y agarré una toallita que tenía especial para tocar el manubrio (osea, el volante) y el clip del cinturón de seguridad sin chamuscarme las manos. Entonces, como golpe, llegó el anuncio de la migraña. Empecé a ver puntitos en el aire y un cierto aura afuera del carro.


Cerré los ojos y respiré profundamente, porque cuando se ve eso en como 10 ó 15 minutos va a empezar a latir la cabeza, como si un espíritu maligno con picos y garras y dientes puntiagudos se me quisiera salir del cerebro, el ojo derecho empieza a palpitar y más de una vez yo he pedido que alguien, por favor, por misericordia, por lo que más quieran, agarren un taladro y me abran el cráneo para sacar al demonio. Pero no quieren.

El caso es que abrí los ojos y me di cuenta que el aura no era tal, que era sólamente el espejismo del calor alrededor del carro. Decidí ignorar a la graña porque tenía que ir a trabajar (y quería agua de horchata con mango). Puse el carro en marcha y empecé a manejar. Agua de horchata. Agua de horchata. Pensaba.

De reojo volví a ver los puntitos. Se me hizo raro, porque generalmente no son tan penosos los puntitos, no se esconden en la ranura del ojo o fuera de mi campo de visión. No, ellos salen como en desfile, muy carbones, salen con fuegos artificiales y chispitas. Son como más o menos así:



 Así que grité, ¿puntitos? ¡Vade Retro Puntitos!, y también me dije, ¡Edigator, te estás volviendo loca! Porque estaba gritando con un puño al aire. Así que me respondí, ¡A huevo, Edigator, ya lo sabíamos!

En el primer alto miré a la derecha y tal y como nunca lo había pensado, el asiento estaba cubierto de hormigas negras.  
¡Zaz!

Frené y salí corriendo, tratando de sacudirme a las hormigas del pelo, la ropa y todos esos recovecos que tenemos en el cuerpo que ahora eran habitados por hormigas negras.

¡No era una migraña! ¡Nunca lo fue! Era un ataque de insectos. No me había dado cuenta que el aire acondicionado había estado aventando hormigas negras desde que lo prendí. Yo pensé que eran puntitos y nada, era la fauna de Monterrey al ataque. Ni aura, ni puntitos, ni mi graña, ni nada. ¡Hormigas! Muchísimas hormigas y todas ahora en mi carro.

Después, el carro abandonado y yo ya sacudida y con una agua de horchata con mango, me puse a pensar. Parece que para huir del calor, todo el hormiguero se trasladó a vivir al aire acondicionado del carro búmeran, el cual, cuando encendí, hizo que todo el hormiguero saliera volando.

Y fin. No me dio migraña. Yeii.

17.5.11

Tres historias de zopilotes y Playa del Carmen


Pajarito, pajarito
Que vuelas de flor en flor
¿por qué estás tan grandote?
-¡Porque soy un zopilote!

UNA
Un amigo de playa del Carmen, iba una soleada mañana de regreso de una noche de tragos y se encontró a la orilla de la banqueta un polluelo semi herido. Su compasiva naturaleza y su conocimiento cria pollos lo hizo recogerlo y ponerlo en una cajita, lo llevó a su departamento donde lo alimentó y trató de curarle su patita.
pío pío

El polluelo, al principio no reaccionó muy bien, pero poco a poco fue comiendo y creciendo y creciendo y comiendo más y más. Como seguía creciendo, de las posibles 445 especies de maravillosas aves de la península de Yucatán, pensó que el polluelo (Simón) podría ser un pavo salvaje o incluso un flamenco.

¿Pavo yo?

O un águila. Un águila real

Así que decidió hablarle a su amigo, el biólogo, antes de que los vecinos llamaran a la Semarnat (es difícil explicarle a un agente Federal del gobierno que el águila real que está en tu departamento te la encontraste en la banqueta).

El biólogo llegó, evaluó y dictaminó: Simón es un zopilote.

El zopilote Simón fue transferido a un zoológico donde fue cuidado hasta que fue adulto y luego reinstaurado en su debido hábitat: el basurero municipal. 

no es Simón, pero es un basurero fuente

Lugar que mi amigo visita de vez en vez para que Simón, quien lo reconoce con jubilante alegría, le lleve una deliciosa bolsa de basura llena de papel de baño y pañales.

DOS

Teníamos que llevar a un grupo de 24 turistas españoles a un tour a la selva, así que yo transportaba a 14 en mi camioneta y mi compañera llevaba otros 10. Yo iba manejando al frente. Sobre el pavimento vimos uno de los típicos y autóctonos paisajes de las carreteras de México.
buffet con zopilotes fuente


Animal atropellado y zopilotes alrededor. En este caso, como seis.

Puesto que golpear zopilotitos con mi camioneta (la chata) no era un hobby particularmente agradable, les pité, les hice cambio de luces, les pité más y llamé a mi compañera por el radio: "ch´om, ch´om, cambio" (Nota: ch' om es zopilote en maya)) y bajamos la velocidad.

Importante: la rapidez y la distancia hace que 
un zopilote no vea el vehículo ni escuche el claxon. 
Si viajan por carretera y ven zopilotes desayunando, 
hagan cambio de luces y bajen la velocidad.

En esta ocasión, la víctima era un triste xereque despanzurrado, y poco a poco las pesadas aves empezaron a levantar el vuelo.  Uno, dos, tres, despacio, alzando las alas, cuatro, cinco y goloso seis toma el xereque con el pico y ¡lo levanta!

Mis turistas lanzaban expresiones de hurra y viva tales como: ¡Nooooo! ¡Azzzcoooo! ¡Se salen las tripas! ¡Zangre zangre! ¡Mis ojoooos! ¡Mira, el otro lo está atacando! ¡Le arrancó una pataaaa!
Por el radio avisé a mi compañera “sangre, tripas, sangre, cambio”.

Seis y ex-xereque pasaron a un costado de la camioneta, la compañera comenzó a responder cuando por el retrovisor vi cómo seis, incapaz de remontar completamente el vuelo y evitar la envidia zopilotera, decidió soltar su sangrienta, aplastada y destripada presa justo sobre el parabrisas de la compañera. ¡SPLAT! Lo que se escuchó en el radio fue un coro de  “Auxilioooooooooooooo, cambio” de 10 españoles y la compañera.

Y el pobre de Seis se quedó sin cena.

TRES

Frente a un cenote al que íbamos casi todos los días, habia un puesto de tacos. Los más populares entre los comensales eran los de pollo. Eran populares porque estaban bien sazonados, la salsa era riquísima y lo mejor, eran super super super baratos.
mmmmm, pollito

Un día, mi amigo Damián llegó temprano al puesto de tacos y no estaba el taquero, así que se metió por un camino selvático para buscarlo. Ahí encontró al taquero cazando a los pollos. Pero no eran pollos.

Ya nunca más volvimos a comer ahí.
¡Fin!

7.5.11

¡Madres!

Nuevamente, ha llegado. El mentado "Mother´s day" o "Diez de mayo, día de las madres" está aquí. ¡Madres!

Quizás no me molestaría tanto el espíritu celebratorio, si no fuera porque llega con chantajes emocionales y una comercialización absurda del sentimiento. La lógica de "a la madre se le demuestra el cariño con objetos de inútiles usos" ha dejado a las pobres mujeres inundadas de regalos estúpidos y cutres tales como ceniceros con la foto del hijo o hija de tres años en la base, un cortinero hecho de macarrones, un collar de frutilupis, un costurero hecho con tela y resistol, y un sinnúmero de objetos estereotípicamente inservibles construidos por malograda mano de obra infantil bajo la supervisión de un adulto que ha optado por una carrera de vida donde las conversaciones son esencialmente:
-A ver Manolito, ¿te volviste a hacer popis?
Y
-No Micaela, no muerdas a Javiercito, a ver, ¿qué te hizo Javiercito para que le arrancaras la oreja?

Pero como madre, sólo hay una, se le celebra y ya. Después de la escuela primaria, nos esperamos un año más para quejarnos y gastar absurdas cantidades de dinero en objetos igualmente morónicos pero que al menos no requieren de nuestra propia mano de obra.

Así que les dejo una bonita tarjeta que le pueden agregar a las olorosamente magníficas y bellas flores (o a la elegante y distinguida sala) que le comprarán a su mamacita para que ella pueda pensar: 
“est@ chamac@ pedorr@ me colapsó la vejiga y ahora orino cada media hora; me desgarró la vagina a tal punto que ahora puedo sentarme sobre una sandía y ésta desaparece; e hizo que se me cayeran tres dientes por todo el calcio que me chupó; y en vez de sacarse el Nobel o hacer algo positivo por el mundo, me está regalando esta inmunda porquería... pero al menos... tiene sentido del humor. ¡Qué bueno es mij@!”.




2.5.11

Superman el alien

Si leen comics ya saben y si no leen comics, posiblemente no les interese, pero la última gran noticia fue que Supermán dijo que iba a renunciar a su ciudadanía estadounidense.
Aparentemente está harto de que utilicen su imagen y acciones como instrumento de las políticas de gringolandia.

Es interesante por varios factores:

1. El mercado del comic de Supermán
Los chamaquitos que todavía leen algo posiblemente sólo lean comics.
Sus ideas e ideales son forjados por comics y por juegos de video. Por eso creen que las mujeres se ven así:

Los escritores del comic, entonces, están tratando de crear una conciencia política de conexión con lo correcto y lo moral, sometiendo a discusión las acciones del gobierno de Estados Unidos con respecto a la política internacional.

¡Hagan caso, lo dice Supermán!

Es como si dios hablara. Más, porque Dios no sale cada semana.

2. La figura política de Supermán
El caso de Superman y la política es como las matrioskas que tienen muñequitas adentro de otras muñequitas.

Supermán, el personaje del comic, dice que no quiere ser usado como instrumento de un discurso político de Estados Unidos.
Pero, los autores del comic están usando la figura de Supermán como un instrumento para transmitir una idea política.

3. La nacionalidad de Supermán
Cuando entré a la tienda de comics le pregunté al dueño si tenía el tan mentado comic de Supermán y se puso a exclamar con efusiva pasión (quizás porque era la única cliente que había tenido en la semana), que claro que lo tenía, que no entendía cuál era el gran espanto, la gran calamidad, la gran terrible noticia.

Que Supermán no era estadounidense (dijo "Amerrrrican") ni nunca lo había sido. Era un alien (palabra utilizada para designar tanto extraterrestres como extranjeros). Un alien ilegal que había llegado sin visa, sin papeles, sin documentos o pasaporte y no tenía permiso ni derecho para estar en Estados Unidos.

Que sus papás "adoptivos" debieron haberlo deportado, tras avisar a las debidas autoridades, porque bajo las reglas de hoy en día en EEUU, jamás de los jamases obtendría una green card.

Que ni casándose con Louise Lane.

Es más, dijo, se aprovechó de nuestro sistema educativo y nuestros impuestos. Además,ese Clark Kent vino a quitarnos trabajos que los verdaderos americanos podían haber hecho.

-¡Que se vaya el ilegal!Dijo.


Creo que estaba bromeando.

Pero por si acaso, y para recordarle al dueño y a un poquito más de gente, mi gringo y yo nos fuimos a dar una vuelta por el capitolio de Wisconsin, a gritar tantito... con unas 900 personas más.