17.8.07

Afuera

Me dice la Señorita O que tiene la inauguración de su libro exposición fotográfica, me da la invitación, me enseña el póster, me muestra su blog, me manda un mail, y el día del evento por msn yo le pregunto nuevamente la dirección. En la noche me subo al carro, me doy cuenta que no llevo ninguno de los documentos aquí mencionados y medio me acuerdo que me dijo Washington.
No es tarde, son las nueve, algo así. Como durante el día había usado tacones y falda, aventé la falda, me puse jeans y me quedé con esos zapatos… Por supuesto, era perfectamente normal yo fuera de casa en casa tratando de encontrar la vaga referencia (casa morada con amarillo) durante un momento penumbroso, el cual me hizo notar que después de cierta hora, soy daltónica. Es verdad, veo todo gris.
Aunque debo admitir que siempre encuentro los lugares cuando estos lugares quieren ser encontrados. Después de vivir en el defe, como que esas cosas te dan confianza. Si andas por el rumbo, no hay problema (mientras no quieras ir al baño).
Entonces, clarifico, iba de casa en casa como araña panteonera (si me han visto caminar en zapatos altos, you know what i mean), resbalándome en las banquetas elevadas por las raíces de los árboles, tratando de asomarme por las ventanas a ver si veía un cuadro, una foto, cerveza o un artista. Me topo con un grupo de gente y les pregunto que si conocen de una galería en la calle Washington, morada con amarillo, me dicen que y me mandan a dos cuadras para allá. Camino las dos cuadras y veo que sí, es una galería, pero no es la que busco.

¿dónde están? Escribo mensaje celular.

Me regreso y grupo de gente me quiere llevar a un museo, a otra galería, que hay una para allá, y otra para acá, le explico que no es que ande en busca de arte, ando en busca de mis amigos, y un cuate me dice, yo también pinto, las chicas alrededor replican que no le haga caso, que coma sushi, yo, no gracias, ya cené, e indignación ¡total! Pero ¡total! Si no te vamos a envenenar, cómo crees que no sabe bien, que mira cómo eres, estás perdida (nunca estuve perdida, supe en todo momento dónde estaba) así que siguiente escena:
Estamos sentados en las escaleras de una banqueta, comiendo sushi que hizo esta señora, qué rico le quedó, de veras, no, no lo digo nomás porque sí, en serio, de veras, y hablando de los peligros de las malas direcciones y el andar sola por las calles de noche, hay peligros, me dicen.

Me llega mensaje, en Matamoros, entre jiramon y allende ¿dónde estás tú?

Ok, gracias por el sushi, pero parto.

Sí llegué. Me dice una persona, estaciónese aquí, mire que 50 pesos. y yo, sí, hmm, no creo. total, negociamos hasta 20, veinte para que no me rayen el carro, va.
Tenía tanto que no iba a algo así. Para empezar, creo que la última vez que salí, no a casa de amigos, no a la isla con familia de alguien, salí de irme a tomar una cerveza a un bar, etc, fue en playa del carmen, hace tres años.
Tres años.
¡cómo pasa esto!
Estaba la exposición, señorita O. leyó un cuento, carlito bongó hizo su happening, señorita O. leyó otro cuento con acompañamiento de guitarra de Él (nombre artístico), mientras las cucarachas voladoras planeaban por nuestras cabezas. Cuando una le cayó a persona de a lado yo solté carcajada y le dije,
Yo (apuntando)-cucaracha te ataca
Persona (zapateando)-¡plas!
Yo- muere cucaracha
Persona -¿vienes seguido a estos eventos?
Yo (trago a cerveza) –no, es la primera vez
Persona (wink)- me llamo Antonio –…
En fin.
Lo disfruté enormemente y me di cuenta que cosas cambian:

  • las cucarachas del barrio antiguo están más grandes
  • la gente no se ríe, eso ya no es fashion
  • ¡no había posers,! esos que van a los lugares artísticos y osea culturales y utilizan la palabra rimbombante del día y se ponen capas o utilizan cigarros con boquillas
  • y, omaigod ¡la gente ya no fuma!
Hay cosas que no cambian:
  • pocos ven la exposición
  • mientras haya cerveza, hay gente
  • Después de cualquier pincelada de afecto hacia alguien(como si le sonríes), ese alguien te pide tu teléfono.

    Vayan, está interesante la exposición.
Del 16 al 29 de agosto en la galería El color de los sueños,
Diego de Montemayor 649 entre J.I. Ramón y Allende.

1 comentario:

Anónimo dijo...

No puedo creerlo: ¿Ya no hay posers??? Neta!!! Qué les pasó??? Estoy en shock. Y eso de que la gente ya no fuma, también me impresiona.

Pero definitivamente eso de que ya no hay posers es toda una revelación.

 
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