31.1.10

horrores de la lengua

Los mexicanos somos racistas y esto nos lo enseñan desde la escuela. Toda esta idea de hablar “correctamente” establece en primer lugar que existe una única forma de hablar y todo lo demás está mal, debe corregirse o completamente eliminarse.

La poca tolerancia que tiene el mexicano con ciertas “fallas” gramaticales típicas de alguien cuyo idioma materno no es el español da lugar a una serie de burlas hacia los extranjeros:
“aquí traer sus espejitous” nos carcajeamos del gringo.


Cuando alguien usa arcaísmos, palabras y frases que han caído en desuso, que para los puristas del lenguaje hasta podrían ser más correctos incluso que el español de la ciudades modernas, el mexicano ve este fenómeno como una muestra de poca inteligencia. Escuchar un “ansina” o “haiga” (que aparecía en textos del siglo XVI) es sinónimo de alguien que debe ser despreciado.

También ocurre con frases o expresiones que denotan una región en particular. Los de Monterrey se burlan de los del centro que dicen “escuincle” y los del centro de los del norte cuando oyen “huercos”. Existe solamente una forma de hablar y ésa es la mía, parece ser la premisa. Esto separa no sólo a pequeños pueblos o ciudades, sino también a generaciones que no permiten que las nuevas o viejas frases se incorporen en el habla. El rechazo total a estas expresiones coloquiales marca que tampoco existe la idea de alguien que pueda estar en lo correcto si tiene diferente edad a uno.

Y por último, el odio al acento. Miles de burlas de los acentos regionales, que si del defe, que si yucateco, que si norteño; esto solamente enfatiza que la gente de otro lugar es rara, tonta o posee inherentemente características de las que nos podemos burlar.

Cuando un mexicano me dice que en México no hay racismo porque no hay negros (que sí hay, o ¿cómo se explica toda esta gente en Veracruz, Guerrero, Tabasco, etc?), o porque tuvimos un par de indígenas presidentes (que se pintaban la cara, hellow?), o que es una cuestión de clases sociales (perdón, pero yo no veo ningún güerito de sirviente ni ninguna morena del campo como hostess en Chilis), me les quedo viendo y cuento un par de chistes de esos que demuestran por la risa que la gente es racista.

Pasan dos regiomontanos, padre e hijo, en avión sobre el Vaticano y le dice el uno al otro, muerto de la envidia:
¿Viste, m´ijo? Y pensar que estos dos compas empezaron con un pesebre.

Estaban dos niños jugando futbol en una plaza en Monterrey, cuando a uno se le lanza un feroz perro de los llamados Rottweiler. Pensando rápido, el otro chico arranca una tabla de un cerca y le da un golpe en el pescuezo al perro y este muere. Un reportero que pasaba observó la escena y corre a entrevistar a temerario niño. “Valiente fan de los Rayados rescata a amiguito de las fauces de agresivo can”, escribe en su libreta. Yo no le voy a los Rayados, el pequeño héroe replica. Perdona, como estamos en Monterrey, asumí que lo eras, contestó el reportero. “Audaz aficionado de los Tigres salva compañero de dantesco asesinato”, anota en su libreta. “No le voy a los Tigres, tampoco,” le dice el niño. “Achis, pues asumí que estando en Monterrey, pues le irías o a Rayados o a Tigres. Entonces ¿a quién le vas?”, pregunta el reportero. “Al América,” le dice el niño. El reportero empieza una nueva hoja de su libreta y escribe: "Maniático Chilango asesina a pacífica mascota de familia tras destrozar casa."

Dos gallegos están mirando al cielo. Uno dice :
- ¡Jo! Mira ese cohete. Que, va a Venus.
Y el otro responde :
- Hombre, tío, pues vamos a escondenus.

Foto:

25.1.10

Las vetustitas del mal


Tras leer la terrible noticia que apareció en el Mundo Today el 24 de diciembre del año pasado me consterné. Cinco mujeres de la tercera edad atacaron una discoteca y a sus pacíficos clientes lanzándoles e hiriéndolos con vírgenes molotovs. Dicha acción de las ancianitas causó que muchos feligreses perdieran la fe. Nota completa aquí.

La primera vez que empecé a ver a estas adultas mayores con ojos suspicaces fue cuando mi abuelita me dijo, ya ya, no llores mijita, cómete este dulcito, y me dormí tres días.

Después hubo documentación fílmica. Trauma infantil transmitido via T.V. Todos sabemos cómo es eso, tan real como los tiburones come turistas o las pirañas voladoras. Así las octogenariecitas se aposentaron en mi alma con un pavoroso thud!

Vean el clip:

Más información de Las abuelitas satánicas, aquí

Así que si van por la calle, está obscuro, y a lo lejos ven venir a una mujer mayor de 60 años… ¡Corran! ¡Huyan por sus vidas! ¡La verdadera moraleja de caperucita no es temerle al lobo, si no a la viejita!

Arcaiquitas malditas.

20.1.10

Creatividad (sic)


Para que la notable edigator pudiera terminar su borrascosa maestría debió leer una interminable lista de múltiples libros para luego presentar un penoso examen... de tres días de duración... más una humillante defensa oral.

La edigator, con un estrés altísimo y su frondosa cabellera convertida en melancólicas y esporádicas mechas (donde se vendría a comprobar que los edigators tienen escamas) escribió el siguiente cuento:

La increíble y triste historia de la cándida Edith y su maestría desalmada

Cuando la estudiante despertó, el examen aún estaba ahí.


Fin

17.1.10

Di no a tu realidad


No entiendo muy bien cómo llega uno al estado de sumisión y humillación que se exige en los aeropuertos. Nos tratan como basura, violan todo derecho:

  • a la privacidad,
  • al nadie-toca/mira-mi-cuerpo-mas-quien-yo-permito,
  • al no ser blanco (cuidado si se te ocurre ser árabe y entrar por Chicago),
  • a los zapatos y
  • a la botella grande de shampoo.

Con todo y que ha habido un avión (UNO) que ha sido explotado con una bomba (ha habido intentos y algunas bombas que hacen agujeros en el fuselaje), nos han hecho creer que esta realidad es un terror constante y que debemos subyugarnos, cualquier alzamiento de voz es indicación de ser sospechoso.

Y lo que no entiendo es que los humanos no son así. Si al ser humano le dicen que la vida funciona de cierta forma, pum cuas tras, agarra y la cambia.

Por ejemplo, supongamos equis realidad: araña en la tina de baño. Problema. Siempre pasa que cuando una arañita se queda atrapada en la tina al tratar uno de sacarla el bicho termina húmedo, triste, ahogado y bajándose por el caño. Pobre araña. Y es la realidad. Pero ¡Oh! Doughney Edward Thomas Patrick, como cualquier humano común y corriente, se negó a aceptar esa realidad y construyó un aparato liberador de arañitas. Patente : GB2272154 Fecha: 1994

O, por ejemplo, a Leo O. Voelker le dijeron que los pájaros se cagan por todos lados y no hay más solución. Problema. Pero Leo, con un corazón de oro, pensó en los gatitos hambrientos y creo el Atrapa-aves-alimentador-de-gatos Patente US4150505 Date : 1979. El artefacto atrae a los horribles y defecadores pajaritos y una vez dentro los expele a la sección inferior hasta que el hambriento minino aparezca. Fuentes

Si quieren ver más ejemplos de cómo la humanidad se niega a aceptar aquello que los demás establecen como verdadero, irremediable, o única solución posible:

Así, por mucho que todo el mundo piense que la única solución viable a un terror imaginario, a un miedo creado por las noticias, es el sometimiento total ante escanners y tocamientos invasivos. NO lo es. Quizás vivimos en un mundo donde hay demasiados elementos que ofrecen una realidad distinta, X-box, WII, PS3, PSP, etc. Así uno evita tener que pensar en los aeropuertos como un problema. O quizás en vez de buscar soluciones alternativas a la discriminación y al estado totalitario, se ponen a crear gatos que brillan en la obscuridad.

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Fuente.

8.1.10

Delirios de grandeza

For English, bite here

Después de muchos análisis y estudios, se ha comprobado que la honestidad del policía es escasa, si no ausente. Este individuo, por ejemplo, afirma que la tiene así:

Pero la verdad, amarga y diminuta, es ésta: