Semana 13
Van trece
semanas, la vida va rápido. No se queden 13 semanas en algo que creen que será
temporal, de pronto son años, como canta Silvio.
La semana fue de
exámenes, los chicos y chicas aprendieron rápido que si le pican a “skip” o “mevalemadres”
terminan en menos tiempo la multitud de exámenes que tienen que hacer. La
siguiente semana (ésta, de ahorita, la 14) viene con más exámenes administrados por
empresas privadas, etc.
Como la solución
del distrito fue que enseñara todo en menos tiempo, pues bueno, ahí vamos. Básicamente
un “no escupas, no le pegues, no lo muerdas” dicho más rápido.
Pero les quería
platicar de la conferencia (junta con los padres) que tuvimos con un niño, no
sé ni cómo llamarlo, quizás Thor, ese dios nórdico que hace cosas
increíblemente idiotas…
Thor no sabe
leer, no sabe escribir, pero sabe dictar cartas super racistas a sus exnovias y
luego decir que así es en México, psss…
Entonces nos
encontramos en junta con mamá. Mamá cree que su hijito Thor debe dedicarse a la
escuela y no meterse en cosas feas, como… no sé, no hacer la tarea o leer cosas
sexosas.
“Señora,” le
tuvimos que decir, “Thor está involucrado en ventas de drogas y si alguien va a
caer es Thor, por pendejo.”
Obvio, no lo dijimos así, pero tratamos de explicarle la gravedad del asunto con respecto a que los otros participantes de la transacción tienen experiencia por su familia y Thor se encarga de las partes más peligrosas como intercambiar la mercancía y cargar el dinero.
La señora nos
dice que con razón, porque el niño tiene miedo, ya que es por eso que Thor trae
una navaja a la escuela todos los días.
Thor trae una na.va.ja. todos los días. A la escuela.
“Pero… (llora), nunca la he usado!” Grita Thor, el pendejo.
Entre mocos sostiene, “ni siquiera la he sacado.”
Entonces nos toca
explicarle a mamá y a Thor que no se pueden traer armas a la escuela, aunque no
las saquen, aunque no las usen. Y entre que le comentamos que Thor no sabe leer ni escribir, y sobre sus
transacciones empresariales, su falta de disposición académica, mamá grita que
el Thor debe aprender a ser un hombre y Thor llora.
Decidimos
separarlos por un momento y mamá llora diciendo que tiene problemas en la casa
y Thor sólo quiere estar con ella abrazándola.
Por otro lado,
Thor le cuenta a otra maestra (la de educación especial que asegura que yo soy
más pendeja que los calcetines de Thor) que su padre lo agarra a cintarazos
cada que puede.
Proponemos que
Thor no traiga armas a la escuela, que se ponga a leer y a estudiar y que mamá
sea un poquito más amorosa con Thor. Mamá y Thor acceden.
Abrazos. Mocos.
Lágrimas mezcladas con mocos.
Antes de
despedirse mamá nos promete un ceviche de camarón y asegura que se va a chingar
a los morenos que no tienen valores y quieren corromper a su hijito, hijo
santísimo, acólito, perfecto. Nos da un abrazo y se va.
Al día siguiente,
en medio del examen para medir su capacidad de dar click llega mamá con cevichito.
Fin de semana 14.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario