28.2.15

¿Tu mamá es tacaña?

Por razones incomprensibles para mí, los españoles (osea los de España) le llaman polla al pene.

En México cualquier cosa alargada funciona como sinónimo de ESA parte: serpiente, banana, pistola, plátano, palo, chorizo, mástil, salchichón, reata, leño, tronco, chile, nabo, fierro, la paletita de carne. 

También cualquiera que implique una similitud al glande: cabezón, pelón, narizón, camarón, carajo, el cíclope llorón, mi hijo el más pequeño que no tiene dientes. 

O incluso se le denomina por su función o localización: el taladro, el preñador, destapacaños, el apartapelos, el crece con el calor, el pintalabios, el queso babas, el Tlaxkuatlatzintzunzanpiramidarícuaro (por trabalenguas). 

El caso es que siempre está en boca de todos (juar juar).

Y aún así me sorprende que pene en España sea “polla”.

Sobre todo porque entonces me cambia totalmente el significado de la canción El gavián pollero, especialmente esa parte que dice: “Se llevó mi polla el gavilán pollero, la pollita que más quiero, que me sirvan otra copa, cantinero, sin mi polla yo me muero”.

Todo este preámbulo porque ayer mi amiga D. me preguntó cómo se decía “poppy flower field”, pero como estábamos en un bar no me oyó bien y ella en vez de decir “claro, el mundo está jodido y la gente no tiene más remedio que trabajar en”:
Campo de amapolas, Guerrero (fuente)

Dijo: claro, el mundo está jodido y la gente no tiene más remedio que trabajar en”:
Campo de amapollas
(fuente: Román de la Rose. Paris, Bibliothèque nationale de France, Français 25526, fols. 106v, 160r)
Fin.



La canción completa:


15.2.15

¿Para qué sirven las humanidades?

Soñé chistoso antenoche.  No sé si lo sepan ustedes, pero esa sensación de que es el primer día de clases y de pronto estás ahí y no sabes ni qué estás haciendo, o si traes ropa, o si estás en el lugar correcto, ese sueño que los estudiantes siempre tienen, es peor cuando eres maestro o maestra. Antes del primer día de clases los sueños son de estar parado frente a un grupo de individuos hostiles y tú con un libro que no puedes leer o en una situación más que comprometedora. Y a diferencia de los sueños de los estudiantes que terminan cuando dejan de estudiar con un par de flashbacks 10 años después, con los maestros jamás terminan.


Era uno de esos sueños y me estoy presentando a una horda de salvajes organismos con lanzas y ojos como demonios...  “soy la edigator, estoy haciendo un doctorado en literatura”. Y vino la pregunta típica que escuchan todos los que estudian o se dedican a alguna de las humanidades,”¿y eso para qué sirve?”. 
593,000 resultados exactos de "para qué sirven las humanidades"
Y en eso, la respuesta de los labios de la edigator del sueño:

El problema es que están formulando la pregunta equivocadamente. ¿Para qué sirven las humanidades o la literatura? es una pregunta cifrada de un sistema económico utilitario que le da valor a las cosas o a las personas según su función. En los miles y miles de años de existencia de la humanidad, este método de ver las cosas como "útiles", sólo lleva unas cuantas décadas.

Hay y ha habido miles de civilizaciones humanas donde las formas de hacer la comunidad han partido desde distintos modelos y la ciudadanía se ejerce de muchas formas diferentes. Comunidades, que por cierto, han sido mucho más efectivas en cuestiones de paz y de atención a todos los miembros de la comunidad, donde la existencia de un niño con hambre es inconcebible. Es un error pensar que la sociedad industrializada basada en el mercado y la labor es lo más "civilizado" que tenemos, basta ver el gran número de protestas en el mundo para darse cuenta que este modelo no está funcionando.

En estas otras civilizaciones, las humanidades son el depósito del conocimiento y la reflexión, porque precisamente en las humanidades nos centramos en ver estas civilizaciones humanas desde todos los puntos de la historia, desde su arte, literatura, filosofía, etc. Las humanidades pueden evaluar una situación desde diferentes puntos de vista e imaginar posibles variaciones. En esas civilizaciones somos el centro de donde parte la comunidad. 

Pero en esta civilización, las humanidades no sirven. Y no sirven precisamente porque esta civilización utilitaria se destruiría si se incluyen las humanidades. Este sistema social es incompatible con las humanidades.

Porque, para que la gente pueda aceptar un modelo de vida en donde su humanidad se aniquila y se convierte en un trabajador que solamente "sirve" si aporta su labor, y cuando no lo aporta debe ser desechado, -como los viejitos que no pueden trabajar y son abandonados en asilos, si tienen suerte, o a la calle, si son de ciertos países...- Para que la gente pueda aceptar eso, debe creer que no existe ningún otro modelo posible, así que el estudio de diferentes tipos de humanos y sociedades debe ser disuadido.

Vean lo que pasa cuando llega un filósofo a presidente, como pasó en Uruguay, con Mujica, que bajó el nivel de pobreza, aumentó las pensiones, se volcó a otros medios de creación de energía y legalizó la mariguana para luchar contra el narcotráfico. O como alcalde de Bogotá, Antanas Mockus, que arregló el tráfico de la ciudad, no multando más gente, sino contratando mimos para que ridiculizaran a los conductores que cometían violaciones.

Uno de nuestros avances evolutivos es que, como humanos, si lo único que tenemos es un martillo, todos los problemas van a parecer clavos. Esa ventaja es también nuestra desventaja. Porque un sistema social en donde los que controlan todo son el mercado y los bancos, depende de que todos los problemas se vean como de orden económico.

Llevamos miles miles y miles de años en la tierra y ésta es la primera vez que el ser humano le tiene que pagar a alguien para poder existir. ¿Se imaginan cobrarle renta a un pajarito? ¿A una lagartija? Y esto tiene menos de 50 años de haber sido aplicado y menos de 50 años para que la gente lo haya aceptado incondicionalmente y sea normal preguntarle a alguien que estudia humanidades, “y eso, ¿para qué sirve?

Y me desperté.

13.2.15

El cochicroc d.e.p.

Ésta es semana triste para los edigators y demás reptiles del mundo.

Un cocodrilo que por un siglo le daba suerte a quien lo alimentara vivía en un santuario en Bangladesh.

Pero como la crisis ha estado cabrona, los bangladeshianos le habían estado dando de comer muchísimo. Gallinas, pollos, cabritos, chivos, de todo y a todas horas, y los sacerdotes del templo sonaban un gong cuando llegaban los devotos con sus ofrendas.

El cocodrilo salía del agua y se lo comía. Y se lo comía. Y se lo comía. Hasta que se puso cerdo, paquidermo cocodrilo, cochigator gigantesco, sus patitas ya ni tocaban el piso.

Y esta semana se murió, pobrecito.

(1915-2015)

Adiós viejito, ahora a ver quién podrá ayudar a los bangladeshianos.