En septiembre 11 del 2001, aquí su lagartija estaba en Monterrey. Cayó un aguacero de aquellos y se suspendieron clases. Yo me seguí durmiendo hasta que mi señora madre se puso a dar de gritos que se acababa el mundo.
Que un avión había chocado con una torre y luego otro avión en otra torre y luego otro en el pentágono.
En mi sopor no entendía nada. Para empezar, ¿en qué momento tuvimos pentágono en Monterrey? Así que me jaló corriendo a la tele para ver cómo la gente brincaba de las ventanas de las torres gemelas y luego cómo éstas se venían abajo.
Me pasé todo el día viendo noticias.
Al igual que muchos terrícolas en ese momento, pensaba que esto haría recapacitar a los gringos de andar bombardeando al mundo nada más para quitarles su petróleo.
Boy, was I wrong
Reptil haciendo lo que nadie puede hacer en su lugar (fuente) |
Oficialmente, murieron 2996 personas ese día del 911.
El shock gringo fue tal que el gobierno se movilizó para eliminar un montón de libertades, protecciones y avances en materia de derechos humanos, anti tortura, anti espionaje, anti discriminación.
Y eso que la labor de limpieza del internet fue meticulosa. En las primeras semanas se podían ver las imágenes de la gente quemada cayendo de las torres y de los cuerpos destazados cuando llegaban al suelo. La repetición de los videos y las imágenes hacían que la gente experimentara las explosiones y los muertos una y otra vez.
Después y ahora, esas imágenes de muertes grotescas ya no están por ningún lado salvo una fotico estéril de un hombre haciendo un 4 de cabeza.
El shock y dolor del 911 le permitió al gringrado el aceptar varias guerras ilegales, invasiones a países, y hasta los gringuitos tuvieron que soportar la molestia de tener que quitarse los zapatos en los aeropuertos y que les manosearan sus partes los neandertales que trabajan en la seguridad del TSA. Todo, según elles, para que jamás volviera a ocurrir una tragedia como esa del 911.
Las noticias del 12 de septiembre salieron así (fuente ):
Shock, dolor, incomprensión, rabia.
Sin embargo, solamente ayer, oficialmente de la COVID19, murieron 3,054 personas en Estados Unidos.
La diarrea naranja no dijo nada ni de las víctimas, ni de sus familias, ni de la tragedia (eso sí reconoció que Marruecos es lider supremo del Sahara occidental).
La gente sigue afuera sin máscaras. Mi vecino que tenía los letreros a favor del Ano Naranja Para Presidente 2020 sigue diciendo que la pandemia es fake news. Mi tío, quien fue casi un año completo a la primaria, dice que el nuevo orden mundial está manipulándonos para volvernos comunistas.
Muy pocos encabezados mencionan la inmensa tragedia humana que estamos viviendo HOY.
Por ejemplo, en Fox News hablan de espionajes chinos en la sede del partido demócrata que jamás sucedieron.
En la del Federalist (una favorita de la ultra derecha) se habla de conspiraciones de los de izquierda (es como llaman aquí a los que no son neonazis) para destruir un canal de YouTube.
NPR, que no depende de las empresas y sus comerciales para sobrevivir (por tanto lame menos huevos) habla de que no hay suficientes dosis para vacunar a todos ni habrá (pero no menciona que la Guácara in Chief sólo aseguró dosis para los que se registraron como militantes del partido Republicano).
Es desgastante que llevamos 10 meses de pandemia y en vez de haber creado empatía, solidaridad y redes de apoyo, los gringos creen que el virus es un mito.
Hoy, en gringolandia, es un día como cualquier otro.
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