4.5.15

Strut!

La situación de Ayotzinapa es la punta del iceberg de un problema muchísimo más grave.

Vivimos una crisis humana donde impera la violencia de estado y la impunidad. Estamos en momentos en donde la actividad económica es vista como la fuerza principal de la humanidad y los seres humanos como entes productores al servicio de la economía.

Escuché a alguien justificar el darle comida a un niño hambriento bajo cuestiones de inversión a largo plazo en idea de costo beneficio, que le costaba menos al estado alimentar al niño que costear los gastos hospitalarios o incluso funerarios en caso de que el niño muriera de inanición.

¿Cómo es posible esto? Da un poquito de asco ser un humano así.

Así que yo me niego. Me niego. Tal como varias personas se niegan.  Y yo no sé hacer otra cosa, hice lo que hago. 

Está de visitante una artista, Laura Anderson Barbata y juntó a mucha gente con mentes similares. Ay así, haciendo lo que hacemos, mezclando el arte y el activismo... tuvimos... ¡artivismo! 

Somos muchos, eh.  

En los últimos 30 o 40 años, los grupos nos hemos dividido y así ha sido más fácil mantener la injusticia. Los pequeñísimos logros que se dan en cada contingente mantienen un poquito de esperanza de avance, atole con el dedo es lo que nos están dando.  

Yo creo que deberíamos juntarnos otra vez. Finalmente, los grupos demandan lo mismo: que no nos maten, que no nos desaparezcan. Justicia. Lo mismo los que se oponen a que les quiten las reservas biológicas a los nativoamericanos para explotar el petróleo: La vida de la tierra vale más que el dinero.


En fin. Esto fue lo que hicimos el sábado acá en la capital del queso.










Contingente Ayotzinapa

Vivos se los llevaron







Los libros

Es importante protestar.