18.2.14

Los gatos y sus escritores: Carlos Monsiváis

Todos saben sobre el amor que Carlos Monsiváis le tenía a los gatos. 
Un gato no posa

Los gatos, llegó tener hasta doce de una vez, se orinaban en todo, jamás los regañaba y ellos llenaban de pelo los libros y toda superficie habida y por haber.

Si alguien se atrevía a hablarle feo a uno de sus gatos, esa persona era corrida de inmediato. Él no toleraba el maltrato en lo absoluto. 

Era parte de una organización protectora de gatos, Gatos Olvidados, y todos sus gatos eran adoptados (menos dos).
Monsi joven con gato joven

Un día Carlos Slim, el rico más rico del mundo, fue a visitar a Monsivais para hablar sobre algunas piezas de su colección. Entró y se quitó su carísimo saco italiano de pelo de camello o algo así, Siniestro Chocorrol, que no le daba la gana impresionar a nadie, primero se acostó sobre el saco y luego se orinó sobre él. Cuando Slim se fue, no se dio cuenta y se puso el saco, Monsiváis no le dijo nada y así se fue Slim, todo meado. Así que le debemos una al Chocorrol.

Cuando se enfermó de fibrosis pulmonar le prohibieron convivir con sus gatos, y él trató de alejarse de ellos, pero no podía. Y los gatos tampoco, Miau Tse Tung se brincaba por las ventanas con tal de entrar a verlo, maullando desconsolado.

A Mito Genial Monsiváis le leía para hacerlo dormir, se enojaba mucho porque el gato no le hablaba. Él quería mucho a ese gato, quien sintió que se le iba a ir y se murió dos días antes que el escritor.

De los gatos, Monsiváis dijo una vez :

No sé, no sé explicarlo pero para mí el gato tiene demasiadas cualidades, es de una belleza cambiante, es grácil, presenta lo que decía un poeta: "Un gato es nuestra única posibilidad de acariciar un tigre", es débil, es fuerte, es mañoso, es humilde, es distante, es cercano, nunca su domesticidad es absoluta, defiende su territorio, sabe ausentarse cuando uno ya le fastidió y pues nunca demasiadas cosas para mí son para eximirme de tener gatos. Sé que es una pasión que no puede transmitirse verbalmente, que cada quien la tiene, la expresa con el fervor posible, pero que cuando se tiene es inútil querer erradicarla. En mi caso además tengo la fortuna de que mis gatos son longevos, entonces mi relación es muy prolongada y profunda.

Les dejo algunos nombres de sus gatos: Recóndita Armonía, Ansia de Militancia, Eva Siva, Fray Gatolomé de las Bardas, Monja Desmecatada, Miss Oginia, Miss Antropía, Catástrofe, Pío Nonoalco, Nana Nina Ricci, Posmoderna, Caso Omiso, Zulema Maraima, Voto de Castidad, Catzinger, Peligro para México, Copelas o Maullas, Rosa Luz Emburgo, Ale Vosía, Victoria Sobre el Fraude, Carmelita Romero Rubio de Díaz y Lalito Montemayor.
Miau

Si quieren leer más sobre esto, Vanesa Job le tiene una entrevista genial. 

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