25.5.08

Vrooom Vrooom

Cuando empecé a manejar en prepa me regalaron mis padres un automóvil, un LTD Crown Victoria modelo 1981 azul (alias, el hooligan). Sí, ok, está bien, lo admito, yo era niña rica, mis papás me querían (or so I believed) pues me habían regalado… un carro. Así, grandote, se echaba más o menos un litro de gasolina cada 4 kilómetros, y después de años de obviar sus afinaciones, consumía lo mismo para 2 km.

La primera vez que lo saqué, (-sigh- cómo olvidarlo, iba ir a ver chicos guapos al centro comercial en boga) lo desgracié al momento de estacionarme. Ahí pensé que podría arreglarlo. Error.
Recuerdo claramente el screeeeeechh cuando aceleraba y sheeeeeecrsh de cuando metía reversa (ojo: solución única cuando te parkeas mal, como el curita (esparadrapo, pues), fuerte y rápido zip, reversa a 80km/hr). Así que mi primera salida se convirtió también en mi primer encuentro con las aseguradoras, a quienes tuve que explicarles cómo fui, yo solita, totalmente consciente y completamente tarada, convirtiendo en chatarra la polvera y puerta del carro rojo de esa pobre señora histérica.

Un mes después, no me pasé un semáforo en amarillo, pero el camión de 16 toneladas (verde) pensó que me lo iba a pasar, y nos golpeó y aventó como 10 metros. En otra ocasión iba a ir por primera vez a un circo y salió de su cochera una camioneta (café) a velocidad me está persiguiendo la esposa del diablo en persona y yo me llevé enterita su parte de atrás (la verdad, tampoco me gustan los circos). Luego, en la puerta de entrada de la preparatoria me cerró una compañera con muy poca actividad neuronal y dejó su guardafangos (azul) colgado en mi defensa. En otro un día lluvioso de monterrey, en una curva el carro (conmigo adentro) derrapó y empezó a dar vueltas y vueltas y terminó en una cuneta. Total, para no hacerles el cuento largo, supongo que choqué (no choqué, me chocaron) unas 10 veces. La única en la que definitiva y afirmativamente fue mi culpa, fue la de la estacionada.

Ahora, ojo, he manejado muuucho tiempo y ya no choco. En el defe aprendí que cuando hay accidentes uno siempre tiene más culpa que el otro, pero los dos hicieron algo para lograr el choque. Si se te van a meter al carril y no les permites entrar, te van a golpear porque resulta que dos cuerpos sólidos no pueden ocupar el mismo espacio (y como en el sexo funciona diferente, (aunque incluso aquí, primero tiene que hacerse cierta zona medio líquida para permitir la con pene tración) yo supongo que por eso la gente cree que con esperanzas, metas en común y amor, todo se puede, hasta pegarle al que viene en reversa por el periférico porque esa vieja hija de los churrumais tiene la culpa).

Bueno, el caso que les relato esto no para presumir que ya no choco (aunque, I mean, yei), si no para contarles que, agárrense porque ahí les va, YO era de las responsables. Así es. RESPONSABLE. Osea, a pesar de que sí vi qué tanto podía correr mi carro o cuánto tardaba en llegar a de 0 a 100; me aprendí de memoria el reglamento de tránsito, las leyes de vialidad, hacía todos los altos, no me pasaba semáforos, no jugué carreritas, no participé en la ruleta rusa (atención: juego en el que debes pasarte los semáforos sin frenar, si te toca rojo... pierdes), no manejaba ebria, tampoco aprendí a hacer trompitos y no he atropellado a nada ni nadie (ni a Gina... yet).
Aunque, debo admitir que recientemente sí maté un pájaro y un murciélago con el parabrisas (en diferentes ocasiones, uno de día y otro de noche). Y el murciélago se quedó atorado en los limpiadores y por más que le picaba a la manija de control para velocidad fuerte seguía embarrando sangre en el vidrio arriba y embarrando sangre en el vidrio abajo, arriba abajo arriba abajo, y supongo que también se oiría el chirrido de los colmillillos del murcielaguillo en el vidrio, pero yo no lo escuchaba porque traía unos turistitas franceses de 8 años quienes gritaban como mini Sarkozys a reporteros cada vez que el murciélago sangrante sacudía su alita.
En fin.

Pero no sé por qué cada vez que paso por el estacionamiento de la prepa y veo audis, bmw, GT, camaros, y uf, tantos coches deportivos galore me acuerdo de mis choques, de mis compañeros de prepa, y de que yo y ellos siempre decíamos y creíamos que manejábamos muy bien…

Tampoco sé por qué cada vez que se me muere un alumno, recuerdo esto.
Les presento el de este semestre (bueno, el novio quien iba manejando, salió ileso, la chica no llegó a tomar su último examen para graduarse de la prepa).


Estos otros son del año pasado, tampoco lograron terminar la preparatoria. Como se quemaron vivos, no presentaron su examen final de Cálculo. (Les iba a poner el video, pero tengo una vocecita a quien llamo la eticator me dijo que era demasiado disturbing, que pusiera una foto y una liga donde ustedes puedan escuchar los gritos).




Digo, si un padre desea que su vástago o vástaga muera es muchísimo más sencillo (y definitivamente más barato) no regalarle un vehículo de esos, si no, aplicar su creatividad y espíritu emprendedor al destrozarlo psicológicamente para que se suicide (basta con decirle a uno de estos niños, "mira que estás gordo" para que agarre una navajita y se corte sus brazitos) o incluso, guardar el drano a un lado de la leche y obligarlo a que desayune a las cinco am. antes de irse a la escuela.

Porque ningún niño de 15 años sabe manejar, y ningún niño de 15 años se va a quedar con las ganas de ver si su jaguar no llega a 220km/hr como dice en el tablero.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario