Pues se han gastado las vacaciones, volvemos con el faro de la inteligencia a iluminar los núbiles rostros de los alumnos del tec.
Uno, como profesor, se nutre de arte: literatura, música, visitas a budas traídos de la china y esculturas egipcias de isis. Con esta nueva visión, uno después intenta transmitir estos conocimientos y sensibilidades de lo sublime y así... pues, crear un mundo mejor.
La labor del maestro es titánica: todo un pueblo que depende de una palabra que brote de sus labios, moldeando al dócil e inocente pupilo para siempre.
Para inspirarse, uno puede recurrir, por ejemplo, al profeta del nopal:
yei.
"En un lejano lugar retacado de nopales
ResponderBorrarhabía unos tipos extraños llamados intelectuales
se la pasaban leyendo para ser sabios y doctos
pues no querían seguir siendo vulgares tipos autóctonos"
Rockdrigo rocks my world...